La Felicidad



Todos los hombres queremos ser felices, decía Aristóteles en el Protréptico, porque la felicidad es el logro pleno de la vida, aquello que es lo mejor en la actividad del hombre, la actividad conforme a la virtud, eso que tienen aquellos que se bastan a sí mismo.

Sí, efectivamente, el hombre busca ser feliz, busca esa eudaimonía de la que el estagirita casi hizo su tema central. Pero, ¿qué debemos entender por felicidad? Este es el asunto. Los estoicos la entendían como una mera contemplación de la verdad del Todo, el comportamiento recto según el logos, la acción recta en sí misma y no en función de la recompensa. Claro, estos estoicos, ciudadanos del mundo, se veían a sí mismos en un mundo de pureza que sólo podía concebirse en la idealidad de su pensamiento. Diógenes, el cínico, veía la felicidad en la razón, en la riqueza y en el saber. Este hombre, que asombró al mismo Alejandro, era, como se puede ver de su vida en el barril, feliz en su impaciencia, -la paciencia está en la infelicidad- decía. Bajo esa concepción de la cultura antigua, la felicidad era, no un valor sino una virtud, y esta es una diferencia fuerte, esencial: Los valores no son un concepto, no se enseñan, no son parte de códigos y de normativas; son simplemente actos, o expresión de actos, de actos concretos, están ahí, en la práctica concreta de los hombres, religados a su existencia, como expresión de la cultura, producto de la historia; por eso son valentes, porque valen, y valen porque se practican; el hombre sólo los descubre; la virtud, en cambio, es una esencia, se encuentra en la conciencia de cada uno, es una regla, un precepto, que obliga al comportamiento a ser buenos.

Decía Epicteto, el gran esclavo liberto de la Grecia del tiempo guía, que lo propio del hombre, lo que somos y nos distingue de los demás seres, es la voluntad, el libre albedrío; él llamó a eso, las cosas internas del hombre, la prohairesis, aquello de lo que dependen el bien y el mal y no depende de las cosas externas. Por ello, decía, debemos rechazar las cosas externas, (la salud, las riquezas materiales, la fama, los honores, el cuerpo, las autoridades, la reputación; en síntesis, la fatalidad); y hay que buscar la templanza, la vida serena y equilibrada, la libertad. Sustentarse y abstenerse, decía, y eso era precisamente la felicidad. La felicidad consiste no en desear cosas sino en ser libre.

Normalmente, nosotros concebimos la felicidad de una manera diferente. No es situarse en el mundo de la mera contemplación, de la ousia, como decía Aristóteles, y a la que se accede después de que el hombre supera sus dos estados anteriores, esto es sus urgencias y sus negocios. En nuestra realidad la vemos como el logro de nuestros deseos y de nuestros intereses. Es este, un concepto utilitario que va a reñir con la virtud. En la teoría axiológica, su concepto ronda con el no seguir el camino equivocado, con la sabiduría, la honestidad, con la justicia, con las acciones conscientes. Ello constituye, en muchos casos, una limitación. El nuestro es uno de ellos. ¿Es necesario, entonces, ser sabio para ser feliz, ser honesto a su vez, ser justo y consciente? ¿Es esa nuestra aspiración? ¿Es el caso de los europeos, inmersos en la existencia propia del inmediatismo, de la perentoriedad, del accidente, del hoy inmediato? Porque, de otra manera, el deseo de ser felices se quedaría en la mera esperanza, y la esperanza, decía Shakespeare, no es otra cosa que la medida del desdichado, o la más grande de todas las locuras, al decir de Vigny.

Nuestra vida actual cabe en lo postmoderno, probablemente herencia inconsciente de lo epicúreo y de lo horaciano, que busca liberarse de las racionalidades y de las diversidades, y que promueve una ética light, desacreditando los absolutos y desapareciendo los referentes históricos.

Y en Can Barça, ¿somos felices?


El NIño Guayo y la Mula Vieja

El rincón de los ocho caminos y las doce puertas



Busquemos como buscan los

que no han encontrado,

y encontremos como encuentran

los que aún han de buscar.

San Agustín.


En un lejano bosque se encuentra un paraíso al que llaman “el rincón de los ocho caminos”, y que sólo encuentran los que saben buscar. Los ocho caminos, como se puede uno imaginar, conducen a ese rincón, que tiene doce puertas, tres en cada punto cardinal: Tres al norte, negras, y hechas de pedernal; tres al sur, azules, y débiles como el conejo; tres al oeste, blancas y llenas de vida; y tres al este, rojas y luminosas como el Sol, que por allí se asoma para nacer, combatir y morir todos los días. Este rincón de los ocho caminos se parece mucho a aquel país de Cucaña, que se inventó don Lope de Rueda ya hace más de cuatro siglos o cinco, con el nombre de Tierra de Jauja. Pero en este no hay Mendrugos villanos ni Honzigueras y Panarizos ladrones, ni pagan a los hombres por dormir ni los azotan cuando se les ocurre trabajar. Sí hay ríos de leche y de miel, fuentes de mantequilla, árboles de tocino con hojas de pan y frutos de buñuelos, y calles hechas de yemas de huevo.

Quienes habitan este rincón son sólo los elementales, los cuatro elementales: Gnomos enanos y esquivos, de luces voluptuosas, que edifican montañas sobre columnas y danzan en mares de fuego; ninfas viviendo en los mares, en los ríos, en los lagos, en fuentes y pantanos, marismas y ciénagas, y hasta en manantiales y cataratas; sílfides primaverales llenos sus cuerpos de piedras preciosas; y salamandras escondidas entre las cavernas y los volcanes, custodiando tesoros ignorados. En estos cuatro elementales se desdoblaron los cuatro elementos, la tierra, el agua, el aire y el fuego, tanto como las estaciones, invierno, otoño, primavera y verano; y en él vagan sin cesar sorbiendo mieles y frutas sabedores de que nunca se van a terminar.  Para que otros seres puedan entrar en él y allí vivir confundidos con los originales y transformados en uno de ellos, deben vencer los ocho caminos y llevar calabazas suficientes y grandes, que es lo único que hace falta en tan soberbio rincón.

Había un príncipe, que era de otro reino, y que había crecido sorbiendo las enseñanzas de un sabio duende que le relataba las historias más prodigiosas mientras hacía saltar conejos de pañuelos blancos cuando le recitaba poemas de niños mimados. El príncipe era apuesto, pero estaba solo. Sus cabellos eran como nudos ensortijados de maíz, y sus ojos azules como el reflejo del mar. El duende aquel, que no tenía nombre, le relataba las historias de tantos lugares y le hacía las más inverosímiles cabriolas con sus dedos fugaces; pero el príncipe estaba solo, sufría de soledad, y como el silencio de la soledad es sagrado, él también guardaba silencio.

Un día, el duende mago le contó del rincón de los ocho caminos, de las delicias que en él había, y de los seres misteriosos que lo habitaban. Al príncipe, tal lugar le pareció mágico y quiso así visitarlo y conocerlo. El duende sabía que los ocho caminos eras largos y difíciles, y que debía hacer el recorrido por todos y cada uno de ellos, entrando además por todas y cada una de las doce puertas. Le advirtió al príncipe de ello repetidamente, frunciendo el ceño cada vez que este insistía, al margen de las dificultades, en forma tal que todo fue resuelto y decidido el viaje.

El Rey, su padre, convencido por el príncipe sin mucha dificultad, hizo preparar todo, el mejor carruaje, los mejores y más abundantes alimentos, ropas finas para guardarse del frío tanto como del calor, muchos pajes que le atendieran, y dotó al mago duende de todo lo necesario para que a lo largo del viaje le distrajera con sus historias y con sus juegos. Además, hizo plantar calabazas por todo el reino y se las ingenió para que la cosecha fuera rápida e inmediata, de tal manera que carretas y carretas fueron cargadas con esos enormes frutos para poder cumplir con el requisito de entrada a aquel paraje misterioso.

Llegó el momento del viaje. El reino todo se congregó en la plaza para despedir al príncipe. Llovieron vítores, fue grande la algarabía, y el rumor, mayúsculo. La comitiva emprendió la marcha hasta llegar al primero de los caminos, pues que el mago del cuento ya conocía las rutas y sabía encontrarlas por más escondidas que estas estuvieran.


EL CAMINO DE LA SABIDURÍA

A la entrada del primer camino ya les esperaban, porque como todo estaba escrito en el libro de los destinos, se conocía de antemano y bien que llegarían, y cuando, y cómo. Así que al arribó del príncipe con su comitiva regia y llena de pomposidad, todo estaba dispuesto para recibirles y conducirles a través de esa ruta.

Una enorme alfombra mágica, con todos los colores del espectro, flotaba sobre el ambiente, y en ella, un viejecillo con aspecto de sabio, con una dulzura grave en su rostro, sonriendo maliciosamente, les saludó con toda la cortesía que merecía tan real presencia. Era este viejecillo, delgado, alto, escaso el cabello pero luenga la barba, que a decir verdad le llegaba hasta la cintura, y que él mesaba suavemente y con constancia. Les invitó a subir, y ya todos acomodados, el príncipe y su séquito, así como la preciada carga de calabazas, hizo una señal en el aire y la mágica alfombra comenzó a elevarse suavemente, oscilando de vez en cuando para mejor captar los aromas de las alturas, con lo que provocaba de alguna manera unas pequeñas agitaciones entre todos los pasajeros.

Ya entablado el vuelo plenamente, el viejo y noble anciano mesó de nuevo su larga barba, sorbió aire puro entre las comisuras de sus labios, y habló de la siguiente manera:

  • Noble y agradable príncipe, – su aliento era suave y musical –, sé que vivirás muchos años, por lo que en tan larga vida necesitarás de muchas cualidades que, de otra forma, si te faltaran, aligerarían tu estancia sobre tu reino. Por lo que dicta el manuscrito oculto entre las nubes, que sólo pocos conocemos, lo primero que debes adquirir son algunas virtudes que te serán muy necesarias. Y para ello, debes armarte, sobre todo, de prudencia y paciencia, haciendo oídos sordos a ligeros consejos y a malsanos intereses.

El príncipe escuchaba atentamente, extrañado de ver que existían mundos misteriosos y ocultos que él no había podido imaginar ni en sus reales sueños, pues se creía omnipotente y omnivalente.

  • Hubo hace muchos años un reino especial y único en donde reinó un monarca que estaba lleno de todas las virtudes, pero particularmente de una, que es la que yo poseo porque él me la trasladó mágicamente a través de los tiempos y de los espacios ignotos. Esas virtudes todas están depositadas ahora en un reino al que sólo se accede venciendo muchos obstáculos y abriendo muchas puertas. Pero a mí sólo me compete trasladarte una, lo cual haré con mucho agrado y espero que la recibas y la guardes para toda la vida.

El príncipe abrió sus ojos y dejó por un momento los manjares que tenía entre sus manos. Miró al viejecillo con un poco de ansiedad y estupor, indicándole con el ceño de su rostro que continuara, pues ansioso estaba de escuchar, aunque su soberbia sabía cegarlo a menudo.

  • Fíjate que en un viejo mundo, ahora lastimosamente casi olvidado, habitaba un espíritu mágico que sabía aparecerse a los buenos para ofrecerles lo que pidieran.
  • Pídeme lo que quieras y te será dado – sabía ese espíritu decirles, y a seguido, cumplía con el ofrecimiento porque ya de antemano sabía que caería en buenas manos.

Y continuó el viejo:

  • Un día, ese espíritu visitó al monarca de quien te hablo, y le hizo el ofrecimiento. Pídeme lo que quieras y te será dado – le dijo. Y el monarca aquél, que ya tenía en realidad aquellos dones que ahora le ofrecían, le dijo, sin embargo:
  • Buen señor, espíritu del bien que habitas, dame la sabiduría, que todo siempre debe comenzar por allí.

El espíritu, que sabía de antemano lo que sucedería, le concedió al rey aquél deseo, aconsejándole que supiera utilizarlo con mucha prudencia.

  • Es naturaleza de los jóvenes no ser pacientes, pero ello no va con la sabiduría. Luego, úsala con paciencia y sin abusar de ella y te será útil. Buen soberano, – prosiguió – serás sabio, como lo deseas, pero te aconsejo que utilices ese don, esa virtud, como ya te lo he indicado, y no como la inteligencia, con quien saben confundirla, que es una simple facultad; debes ser prudente cuando la uses, no suceda lo que a muchos, que se han enloquecido y ensorberbecido con él y lo han utilizado más para mal que para bien, terminando en demencia al fin de sus días.

El príncipe comprendió lo que estaba sucediendo, porque ya tenía la facultad de que habló el viejecillo, que es la inteligencia, con lo cual pudo advertir el sentido del consejo.

  • Así que, como en los labios del prudente, hay sabiduría, refrena la lengua siempre porque el hacerlo es cosa de sabios.

El príncipe comprendió que lo que había dicho el viejo no era un cuento sino más bien estaba trasladándole de esa manera el don que él había recibido del rey aquél del otro cuento. Así que, el regio príncipe fue sabio hasta el final de sus días, con la condición, ignorada hasta este momento, de que la sabiduría la ejerciera plenamente hasta que hubiera superado los ocho caminos y abierto las doce puertas, con lo cual quedaría convertido en un elemental.

El tiempo había transcurrido sin sentirse, más bien rápidamente. El viento aligeró su paso, permitiendo a la mágica alfombra descender lentamente y con suavidad hasta la tierra firme; y allí depositados, el viejo le indicó con inusual dulzura, propia de los ambientes de lo etéreo y de lo ideal:

  • Pasa, príncipe real. Ahí tienes el siguiente camino. Ya ese no me corresponde.

Bajó el príncipe con su comitiva, y el viejo aquel, en un instante cuántico, desapareció en el espacio.


EL CAMINO DE LA PRUDENCIA

El príncipe estaba entusiasmado y ansioso por lo que había visto y escuchado, y deseaba ahora conocer más y más, correr por los caminos en los que se había embarcado. Apareció entonces un largo y arbolado corredor, que parecía interminable, y que estaba franqueado a ambos lados por tanta naturaleza como no hubiera podido ser imaginado. Árboles gigantescos y frescos riachuelos, plantas diminutas, frutos por doquier….Allí, sentado alrededor de un pequeño jardín, estaba un hombre alto y delicado, con un mantón blanco cubriéndole hasta los pies, un folio entre las manos y un aura de belleza tan sólo pocas veces visto. Hizo bajar al príncipe con su numerosa comitiva, y los carruajes de las calabazas quedaron a la espera.

  • Pasa – dijo el hombre aquél, muy suavemente, y levantándose, continuó – Sé que has estado ya en el camino de la sabiduría, y que has sabido asumirlo. A mí me toca enseñarte algo de otra virtud, muy apreciada pero también muy confundida. Iremos entrando en su camino, lentamente, peripatéticamente. Deja, pues, tus carros y prepara tus sandalias y las de tus siervos, porque este camino no deja de ser largo y difícil.

Así lo hizo el príncipe, y comenzaron a caminar, ambos a la par y atrás la comitiva, que, no por nada, escuchaba también todo atentamente pero en completo silencio.

  • Suele ser que a mí se me confunde con la sabiduría, pero ten recato porque no somos lo mismo. No es fácil distinguir en donde se sitúa una y en donde la otra, porque suele ser que el sabio siempre me lleva con él pero no me confunde. El sabio siempre actúa prudentemente, pero no es por ello la prudencia misma. Ha habido muchos hombres prudentes en el mundo; basta recordar a esos prolegómenos míos que gobernaron férreamente estos dominios, y que habiendo actuado con prudencia fueron sin embargo tachados de tiranos…..y también a otros del oriente, de unas tierras de donde dice que todo se origina.

El hombre caminaba rectamente. Parecía estar habituado a ello, y al hacerlo en tal compañía, como ahora, observaba al príncipe aquél satisfaciéndose al ver que cada vez crecía su interés.

  • Cierto, pues, que ha habido antecedentes, pero al final, he sido yo quien ha representado esa virtud, que, como tú ya sabes y comprendes, no es en sí una simple facultad humana sino algo más. Dicen que la prudencia es la madre de todas las virtudes. Sin embargo, yo relativizo semejante afirmación, porque, como podemos entender, ello mismo al decirlo constituye ya en sí una imprudencia. Yo soy la “phrónesis”, y me valgo de mis argumentos para buscar que todos lo sean. El ser prudente, como lo he dicho ya a mis propios descendientes, es el que es capaz de deliberar rectamente sobre lo que es bueno y conveniente para sí mismo y para vivir bien en general. No es algo, entonces, producto de la buena voluntad, como he leído, en el libro del futuro, que sostenía un hombre en un lejano pueblo del norte, sino de la sabiduría; pero aquí surge el riesgo de confundir ambas virtudes. Un amigo que mora aquí cerca y a quien mucho respeto, pero no siempre sigo, ha dicho que la prudencia es el buen juicio; y también otros de tierras cercanas y que visten como yo, dicen que la prudencia es quien nos dicta lo que debe practicarse, no practicarse, o mirarse con indiferencia.

El hombre caminaba lentamente, pausadamente, como deleitándose del momento y viviendo la felicidad que le producía hablar de aquello que él decía representar. El príncipe veía ahora las cosas desde otras perspectivas, no ya sólo desde la mágica alfombra del sabio, sino también del que tiene los pies puestos sobre la tierra.

  • Tú debes ser prudente. No camines nunca cerca del precipicio, ni compliques ni degrades el lenguaje que usas cuando te expresas. Eso sí, sé claro en tus expresiones, porque lo críptico sólo sabe vivir en las profundidades de las cavernas, que son malas y además engañosas. No trates, como el Ogler aquél de las tierras del frío intenso, de apretar tanto el guante de hierro, pretendiendo sacarle sudores, porque ello no es posible; no vaya a sucederte lo que el lobo aquél de Feurir, que moraba en las marismas a pesar de ser hijo de Loki y de Angerboda, y a quien los mismos dioses alimentaron tanto que se hizo un gigante al que después todos le tuvieron miedo, terminando por atarlo a una cadena invisible. Los imprudentes saben actuar como ese lobo. No es que quiera decirte que sólo creas el diez por ciento de lo que te dicen, una cuarta parte de lo que lees, y apenas la mitad de lo que ves, pero es que usar las virtudes con exageración siempre lleva a negarlas.

El camino se iba haciendo angosto a medida que lo recorrían, y ya aquel príncipe que tuvo la dicha de escuchar tantos consejos buenos destinados sólo a los escogidos, lograba distinguir en la lejanía un pequeño punto de fuga. El hombre aquél saludaba a otros semejantes a él y que iban apareciendo a lo largo de la ruta. Y continuó:

  • Si eres imprudente, tu reinado durará poco. Construye sobre piedra y con argamasa, para que no te suceda lo que aquellos cerditos que se creyeron cigarras bailarinas y no previeron la presencia del peligro, refugiándose al final en la prudencia del hermano más débil.

Estaban cerca del final cuando el maestro aquel de esa tan preciada virtud, desenrolló un papiro que llevaba entre sus manos, escribió algo en él, y dijo finalmente al príncipe que en el libro de todas las virtudes ya estaba él en posesión de esta sobre la cual le había hablado con tanta delectud. El camino se estrechó tanto al final, que, ya convertido en punto, hizo que por él pasara la augusta comitiva, llevándosela a otro mundo, un mundo del cual hablaremos pronto. En la justa entrada de este esperaban las carretas con su carga de calabazas, que se habían quedado al comienzo del camino, como vimos, y que fueron trasladadas por un genio benévolo que, sin decirlo, acompañaba siempre al príncipe de forma invisible.


EL CAMINO DE LA SENCILLEZ

Como el príncipe, además de su regia condición, de su poder y de sus riquezas, ahora se sentía sabio y prudente, comenzó a dar visos de orgullo, vanidad y soberbia, sintiéndose ya como un pavorreal. Sus carrillos se inflaban con frecuencia, como los del sapo aquél del cuento, que fue hinchándose tanto que al final explotó en pedazos. El genio invisible fue dándose cuenta de tal situación, y decidió corregirla evitando así que todo el plan histórico fracasara.

Del punto de fuga aquel que llevó a la real comitiva hasta la entrada del tercer camino, apareció entonces un hombre que parecía vivir en un viejo barril de madera al lado de un templo. Era blanco y barbado, caminaba descalzo e iba vestido con ropas toscas; nada tenía entre sus manos más que una lámpara. De su zurrón raído se adivinaba no otra cosa que una pequeña botija de cuero con agua y una pañota de pan viejo. El hombre aquél sacó de aquella lámpara un pequeño tarro con el que roció a toda la caravana con un denso líquido sin color ni olor, provocando de inmediato que el príncipe, sus servidores, y todas las carretas con su carga de calabazas, se quedaran flotando en el aire, que se había transformado en un extraño fluido semejante al éter.

Al verlo, el príncipe, suspendido en las ondas etéreas, le espetó diciéndole:

  • Viejo sucio, ¿qué haces entre esas inmundicias y porqué nos suspendes en el aire? ¿Acaso eres mago?
  • Bienvenido príncipe al mundo de la sencillez – le contestó gravemente – No temas de mi apariencia, que bien sabes que el Sol entra también en los albañales y no se ensucia ni deja por ello de brillar. Mejor acomódate en el sitio que te he designado, y en el que espero nutras tu espíritu de una de las virtudes más preciadas, pero a su vez más ignorada. Debo decirte, pues, que te he observado desde que dejaste el mundo de la prudencia y te acercaste a este, que has elevado tu orgullo y desnudado tu soberbia hasta lugares en donde no caben las virtudes que ya has adquirido. ¡Cuidado joven príncipe!, que como eres sabio, sabes entonces que no debes abusar de ellas adquiriendo atributos que las niegan. Y más aún, tratar de utilizarlos en tu propio provecho.

El príncipe contuvo la mirada, como en señal de reproche al hombre aquel que más bien parecía un pordiosero y no un maestro. Pero su voz interior le aconsejó callar y escuchar.

  • No quieras que los ríos corran hacia arriba, no sea, pues, que te hinches como las ranas cuando ven los ratones y explotes regando por los aires magmas nauseabundas.

El grueso de la caravana pareció conmoverse al ver como un pequeño hombre reprendía a tan regia figura, pero el príncipe les ordenó silencio y se dispuso a escuchar lo que venía.

  • En este momento, ya te encuentras avanzando por este camino, porque, aunque no lo sientes, en él actúan las ondas electromagnéticas, y son estas las que te transportan a través de estas vías. Así que mientras lo recorres, yo, desde este mi hogar, te contaré un cuento. Escucha:

Y extrayendo del morral un puñado de lentejas, las comió rápidamente.

  • Debo darte un buen ejemplo de mi sencillez, así será más fácil que la comprendas. Un buen día me espetó uno que tenía pretensiones de noble, diciéndome que era bueno aprender a adular al rey para no tener que comer lentejas; yo hube de responderle diciendo que mejor sería haber aprendido a comer lentejas para no tener que adular al rey. Y es que todo es muy difícil antes de la sencillez, pero cuando se es sencillo, todo es fácil. Hubo un rey que tenía mucho, pero no lo tenía todo; cuando se hubo enterado que había cosas que no tenía, dispuso que toda su corte se concentrara en traerle todo aquello que le faltaba. Los cortesanos, con todos los recursos a su disposición, se dedicaron de lleno a buscar aquello que a su monarca le hacía falta, pero por más que indagaban, comprobaron que todo lo que existía fuera del reino, ya este lo había adquirido. Así que, desesperados y afligidos porque deberían sufrir la ira del rey, retornaron y le advirtieron del fracaso de su misión. El rey se enojó tanto que murió de tristeza al sentirse débil e insuficiente. Y sabes, buen príncipe, que aquello que le faltaba lo tenía dentro del él, pero su orgullo, su vanidad y su soberbia no le permitieron sacarlo de su conciencia y colocarlo en sus sentidos y en su inteligencia. Era la sencillez.

Las ondas electromagnéticas trasladaban a la comitiva a lo largo del camino, a pesar de que todos los que en ellas estaban sentían que sólo flotaban en el espacio, sin moverse, frente al hombrecillo aquél cuya cabeza sólo asomaba del barril en que estaba.

  • Por eso, no dejes que el orgullo, la vanidad y la soberbia llenen tu corazón, ni que envidies cuanto no tienes cuando a decir verdad tienes demasiado y más de lo que necesitas. Un sabio de las estepas, en su soledad, sabía aconsejar a quienes le visitaban en busca de consejo, diciéndoles: “No desees con exceso lo que no tienes; mejor sabe apreciar lo que tienes, porque para vivir felizmente basta muy poco”.

Así avanzó el cortejo real por las ondas del éter, y cuando se acercaban al final del camino, el hombrecillo salió al fin del barril, descalzo y con las viejas y toscas ropas, así como sabía vivir, y mientras deglutía un pedazo del duro pan que llevaba, bebiendo un sorbo de agua de su raída botija, le dijo finalmente:

  • Aconseja el oráculo: “Sé sencillo para pensar, prudente para sentir, recatado para amar, discreto para callar, y honesto para decir, porque si así lo haces, tu reino será magnífico y nunca perecerá. Debes saber que más vale la sencillez y el decoro, que mucho oro”.

Así, pues, terminó el cuento del hombre del barril, y también el tercer camino. El príncipe había caminado mucho, aunque no lo sintiera, y cuando las ondas dejaron de sentirse y el éter pareció difuminarse, toda la comitiva, con todo y sus carretas de calabazas, se depositó sobre el suelo ante una enorme puerta.


EL CAMINO DE LA TEMPLANZA

  • Pase príncipe – se escuchó decir desde muy adentro después que hubieron entrado por aquella enorme puerta, que era  de cristal – Ya te esperaba.

Dio la comitiva algunos pasos, y a medida que avanzó fue encontrándose en un hermoso jardín. Los árboles más inverosímiles, plantas que esparcían sus aromas por doquier, deliciosos frutos, pequeños arbustos que se enredaban entre los peñascos, todo fue apareciendo ante los ojos del príncipe y de sus servidores todos. Al fin, situados ya en el centro de aquella especie de paraíso, se encontraron con un hombre enorme, de rostro amigable, sencillo en su vestido, que estaba sentado sobre un tronco rodeado de todas las figuras humanas imaginables. Allí, con él, pordioseros, mujeres ligeras, regios nobles, eruditos, todos le rodeaban mientras escuchaban lo que les decía.

El príncipe no dejó de espantarse ante aquel espectáculo. Acostumbrado, como estaba, a los oropeles y a la servidumbre, consentido en todos sus deseos y satisfechas de sobra todas sus necesidades, no dejó de extrañarle el ver a aquel anciano mayúsculo, con aspecto de sabio, rodeado de tan inusual compañía.

  • No temas – le dijo – que esta debe ser tu ruta en este largo camino que has emprendido. Y a este en que te encuentras sólo pueden entrar aquellos que han recorrido los tres anteriores. No entran aquí quienes no han sorbido las mieses de la sabiduría, de la prudencia y de la sencillez, porque tales virtudes yo las acojo y las sustento para que puedan vencer las incontinencias y senectudes de la vida. Estos que aquí ves son hombres revestidos de virtudes, así que no te atengas a sus ropajes ni a las apariencias que aun siendo distintas no quita que todos ellos sean iguales ante los ojos de la virtud.

El príncipe se tranquilizó entonces, y dispuso su voluntad a recorrer aquél nuevo episodio. De la mano extendida de aquel extraño personaje pendía una lámpara que iluminaba el lugar despidiendo reflejos por todo el ambiente. El aroma tan particular que en él podía percibirse, y tan especial regalo a la vista de todos los que allí se encontraban, hicieron que la calma se dispusiera dentro de los integrantes de la comitiva.

  • Mira, entonces, – continuó el anciano -, que esta virtud que ahora conocerás, no se aloja en el cuerpo, ni en la inteligencia, ni en la sensibilidad, sino más bien es propia del alma, y de un alma especial, no el alma concupiscente que sabe albergar a los ligeros y a los imprudentes, no el alma de cántaro ni aquella que vaga en pena, sino el alma de lo justo y de lo legítimo. Por eso ha sido necesario que primero te cubrieras de sabiduría, de prudencia y de sencillez, para poder lograr que ahora te bañaras en las aguas de la templanza.

Elegantemente se expresaba el hombre aquél, alto y fornido como un roble. De reloj de arena bajaban las arenillas lentamente, indicando el avance que se iba logrando en el camino. Apenas comenzaba. El hombre aquél no se movía de su sitio, y toda la concurrencia permanecía en silencio, atenta y dispuesta. El príncipe se atuvo a ello y actuó en consecuencia.

  • Aquí buscamos la ataraxia. Pero el duende que te guía me ha advertido que aprendes rápido y que hay mucha claridad en tu intelecto. Por eso te ha enviado a este siguiente paso, porque no trates de correr cuando sólo hay lugar para pasos pequeños y dados uno después del otro. Así que iremos de esa manera, paso a paso, no sea que pierdas la conciencia y borres todo lo que has aprendido de tu ser.

Y continuó:

  • Mi misión es decirte que todo lo que ya has aprendido, sólo lo sostendrás por el camino del equilibrio. Siempre debes juzgar entre la insensibilidad, que es un defecto, y la intemperancia, que también lo es, buscando un justo medio. No te dejes llevar por los instintos, busca siempre el equilibrio, huye de los placeres vanos sin rechazar los lícitos. Modera siempre tus acciones, y hace de estas un refugio de la honestidad. Camina con cautela, aliméntate con sobriedad y compórtate con continencia. En una palabra, controla las pasiones.

Los discípulos del noble viejo, que eso eran precisamente, anotaban en sus folios todo aquello que escuchaban, y mostraban un inusitado respeto hacia aquellas palabras, así como una enorme admiración por quien tan elocuentemente y sabiamente así se expresaba.

  • Háblame de ese equilibrio que aconsejas – le dijo en un momento el regio espectador –, así que pueda yo comprenderlo en su justa y cabal dimensión.
  • Simplemente esto, – le contestó el viejo. – Eres bello, y ello azuza la imprudencia; eres noble, y con ello, igualmente se agita el orgullo; y además, rico, con lo cual despiertas la envidia. Para permanecer como eres y vencer los anteriores vicios, atiende este consejo: No puede haber vida dulce si no es también prudente, honesta y justa; ni se puede vivir con prudencia, honestidad y justicia sin que también se viva dulcemente. Aquél, pues, que no vive con prudencia, honestidad y justicia, tampoco podrá vivir con dulzura. Ningún deleite es malo por sí mismo, pero, ciertamente, su abuso excesivo no trae sino más que turbaciones que deleite. Busca satisfacer tus apetitos naturales y necesarios, que estos disuelven las aflicciones y sacian el hambre y la sed de la vida.

Estaba ya la última de las arenillas por vencer el orifico del reloj, con lo que el tiempo necesario estaba ya finalizando. El anciano, entonces, se expresó finalmente:

  • Estos que ves aquí son mis amigos. Todos son iguales, aunque vistan ropas distintas y provengan de variados linajes. No veas esas diferencias, y eso te digo, a pesar de que sé que como provienes de las alturas, mucho te costará entenderlo, y más aún, asumirlo. Mira, príncipe, la amistad es el mejor de los deleites, ten amigos, hazlos donde encuentres un hombre o una dama, cualquiera que sea el lugar y su condición. Un preceptor que tuve hace algún tiempo me enseñó que amistad es la más dulce de las posesiones, tanto así que me dijo algo que tú también debes grabar e la memoria para siempre: “Donde existe la amistad, la justicia no es necesaria”.

Dicho esto, justamente, el reloj aquél admitió una campanada, invirtió su posición, y las arenillas aquellas, que eran incontables, fueron puestas de nuevo donde debía comenzarse. El viejo y sus discípulos, y todo aquel huerto hermoso, desapareció como por encanto, y un mar proceloso se situó ante los ojos de los viajantes, esperando que entraran en él.


EL CAMINO DE LA LEALTAD

Entraron, y se situaron en la orilla, mientras una gran embarcación se acercaba a todo viento, moviendo sus velas y ayudándose con los remos de muchos brazos. Cuando hubo arribado, bajó de ella un hombre hermoso, joven y elegante, con su espada al cinto y una brillante corona de oro puro ceñida a sus cienes. El príncipe se sorprendió ante tan bella presencia, escondió sus ojos volviéndolos hacia la arena, pero de reojo observó a aquel personaje no sin admirarse. Caminó el hombre pausadamente y se acercó a él, tendiendo su mano para que se levantara.

  • Príncipe sabio y prudente, admiro tu sencillez y tu templanza, y ello me agrada porque será de ayuda para que entiendas una virtud que traigo y que debo entregarte. Esa virtud es la que más me agrada, pues ha sabido acompañarme en todos mis peligros, que pocos no han sido. Toma de nuevo asiento, ya que he sentido tu mano, y deja que quienes te acompañan hagan lo mismo. Tantas cargas de esos frutos que llamas calabazas no he visto en mis largos recorridos; mucho valor y mucho sentimiento habrán de tener para ti.

Tomó asiento el príncipe, y con él toda su caravana, y observó al hombre aquel que se dispuso a hablarle de aquella virtud que quería entregarle. El mar bramaba bravamente, y el oleaje chocaba con violencia contra los farallones, que resistían con paciencia y por siempre los ataques.

  • Yo he sufrido mucho y he luchado mucho, con un solo objetivo, que no siempre ha sido comprendido. Más bien me han confundido. De mi se han dicho tantas cosas y me han endilgado tantos epítetos. Han dicho que soy el de los tantos trucos, talante, muy sufridor, muy astuto, de los muchos recursos, taimado, redomado aventurero, guerrero épico, habilísimo narrador, fabuloso, de inteligencia práctica y fría, hábil para afrontar los trances difíciles, de facilidad de palabra, paciente, señero, sabio, hábil para la trampa, el engaño y el disfraz, redomado mentiroso, audaz. No niego que haya podido ser todo eso, aunque de la misma manera podría dudar en algunos casos. Pero todo ha sido porque hube de mantenerme fiel y leal al amor.

Era brillante el hombre aquel cuando así se expresaba. Y como era hermoso, el ambiente brillaba ante aquel espectáculo que el mar provocaba cuando se lanzaba sobre las rocas, con inmensa furia y un enorme ruido. Prosiguió:

  • De todo lo anterior, aunque mucho de ello me agrada y me haría feliz si así fuera, prefiero una sola cosa, la lealtad. Ser hábil narrador, poseer muchos trucos, ser astuto, y todo lo demás, me proporciona enormes ventajas; en cambio, la lealtad no sólo no me las da, sino que me dificulta el camino. Por ella estuve preso de la diosa Calipso, que me entretuvo para evitar mi regreso; por eso, Poseidón, el dios del mar, me negó su protección, a pesar de que bien él sabía que en mi regreso tendría que luchar contra el mar; sufrí el ansia de pensar que quien era todo mi amor era asediada por tantos pretendientes aprovechándose de mi ausencia; ciertamente, me protege Atenea, pero ya sabes tú como los dioses se encuentran y pelean entre ellos; en la isla de los feacios hube de luchar contra el acoso de la princesa y el poder de su padre, que me detuvo utilizando la treta de su deseo por conocer la historia de una guerra en la que estuve y hube de contarle; vencí las tormentas y el ataque de los lotófagos; perdí tantos de mis hombres devorados por los cíclopes, sufrí el poder de los vientos en la isla de Eolo; estuve a punto de convertirme en cerdo, como sucedió a mis acompañantes, teniendo que hacerle el amor a Circe para gozar de su protección y así vencer a la hechicera; las sirenas quisieron engañarme con su canto, pero pude superarlo, aunque sufrí la pérdida de mis hombres a causa de sus encantos; vencí la oferta mala del dios Helios, evitando hartarme de sus vacas hasta morir.

El hombre aquel, de recio talante y particular impronta, a veces entornaba sus azules ojos, como rememorando tanto desafío y admirándose de como pudo haberlos superado. Tantas hazañas no eran usuales. El príncipe, acostumbrado como ya estaba de escuchar y ver sorpresas, se mantenía quieto y fija su atención ante lo que ahora le era relatado.

  • Aun habiendo arribado a mi destino, debí disfrazar mi urgencia para comprobar que era correspondido en mi lealtad. Vi tantas mantas hiladas y deshiladas, y hube de luchar y vencer a mis contrincantes, que pretendían aprovecharse de mi ausencia para lograr lo que no les pertenecía. Hice de mendigo, y los dioses premiaban mi odisea. Atenea me saludaba desde sus alturas, sonriendo de haber ella también vencido a sus dioses enemigos.

El príncipe recibió entonces del hermoso mancebo, la virtud de la lealtad. Celebraron todos los de la caravana tanta bondad recibida, y el hombre aquel volvió sobre sus pasos, entró al mar, se confundió entre las olas, subió a su barca, ordenó a sus hombres la partida, y de nuevo desafió al mar. Neptuno le observaba disimuladamente escondido entre las aguas.


EL CAMINO DE LA CONSTANCIA

  • Ahora príncipe, hemos de ir a un hermoso país, lejos, lejos, y casi ignorado, en donde habitan unos hombres en plena comunión con la naturaleza. Viven en una hermosa selva, en la que el trópico se ha desbocado con sus riquezas. Es este un país verde, saturado de frescor y de pureza. En este momento en que te trasladas hacia él, no hay hombres sobre la tierra, esos seres no han aparecido en él todavía. Y de que estos aparezcan se trata este episodio, que intentará mostrarte una virtud muy poco conocida y muy poco practicada. Esta es la constancia. Haz el viaje, pues, y acomódate para que pueda mostrarte lo que a mí me toca.

Así hablaba una voz que parecía venir de lo más profundo del mundo, como las ondas aquellas del primer momento que ahora se escuchan, a las que llaman “radiación de fondo”. No se veía quien la emitía, ni de dónde venía, ni cómo. El príncipe obedeció, pues ya sabía que todo estaba programado en el libro aquel del destino en el que ahora le tocaba a él participar. Se acomodó al llegar, entre el verde de los árboles y el fresco del norte soplando sobre su cabeza. Hizo lo mismo su comitiva, resguardando bien la carga de calabazas que llevaban, no se sabe aún con qué fin.

  • Los dioses creadores y formadores, que fueron los primeros seres en existir, llegaron desde muy antiguo cuando todo estaba en suspenso, en calma, en silencio, inmóvil y vacía la extensión del cielo. No había hombres, ni animales, ni piedras, ni cuevas, ni barrancas,….. Todo estaba inmóvil y en silencio, y todo era oscuro. Así llegaron, pues, y se acomodaron sobre el agua rodeándose de claridad. Eran dos, y cuando vieron aquello, se preocuparon mucho y se dispusieron a obrar. Decidieron hacer nacer la vida, comenzando con las montañas y los valles; luego hicieron los animales pequeños, los genios de las montañas, los guardianes de los bosques, y todo había transcurrido sin dificultades. Los dioses aquellos estaban muy contentos con su creación. Pero rápidamente fueron dándose cuenta que todo lo que habían creado no disponía del bien de la palabra, de tal forma que no tenían ellos a quien hablar ni nada que escuchar; y aún más, aquel mundo, que era su obra, no podía adorarlos. Tal cosa les desagradó, y hablando entre ellos decidieron crear al hombre. Pero se dieron cuenta que solos no podían enfrentar tan grade desafío, por lo que recurrieron a la ayuda de otro dios oculto, pidiéndole que, bajo su dirección, crearan a este nuevo ser.

En eso estaban cuando la voz enronqueció repentinamente, y un fuerte huracán se desató dentro de una tumultuosa tormenta. Comenzó así un diálogo entre los dos dioses creadores y este dios oculto.

  • Dios de los vientos y de las tempestades, la primera creación está hecha; pero es el caso que lo creado no dispone del bien de la palabra ni de la adoración, así que no podemos hablarles ni ellos contestarnos, y deseando que nos adoren, como es lo natural, ellos no comprenden lo que eso significa. Necesitamos tu ayuda para que, bajo nuestra dirección, podamos crear un nuevo ser que sea capaz de hablar y de adorar. Si esto lo logramos, habremos de sentirnos satisfechos, y tú con nosotros, de nuestra creación.
  • Primero, oh dioses de lo bueno y de lo malo, debéis tener paciencia, porque, aunque creo que puedo hacerlo, la misión no tendrá otro carácter que el ser dificultosa. Si así lo hacéis, estoy ya dispuesto a seguir vuestras indicaciones y comenzar la obra.
  • La habremos de tener, porque somos dioses y todo lo sabemos, y sabemos que así ha de ser. Comienza, entonces, toma un pedazo de barro húmedo y forma con él las carnes del nuevo ser. Moldéalo con cuidado, poco a poco, y no olvides detalle.

Así lo hizo el dios de las tormentas y de las tempestades, cosa que le llevó cincuenta eras con sus días y con sus noches. Pero el ser aquel de barro, aunque tenía el don de la palabra y su voz era armoniosa, no tenía conciencia ni sabía que debía adorar a quienes lo habían creado. Eran solo un montón de barro negro, con un pescuezo recto y largo, la boca desdentada y ciegos los ojos. Además, no podían ponerse en pie porque se desmoronaban, deshaciéndose en el agua. Los dioses decidieron dejarlos vivir así mientras pensaban en una nueva forma de sustituirlos, porque habían sido creados de forma imperfecta. Y así fue.

De repente, pasadas nueve eras, que no fueron contadas porque preocupados como estaban se olvidaron del tiempo, la luz de un relámpago iluminó la conciencia de la nueva creación.

  • Prueba ahora con la más fuerte de las maderas que existan sobre la tierra, – dijeron al dios de las tormentas –, para que puedan caminar con rectitud y firmeza.

Y así fue. Los nuevos seres estos parecían estatuas, se juntaron, anduvieron en grupos, y procrearon hijos. Podían ciertamente hablar, pero lo hacían sin razón y en desorden. Y más aún, no tenían corazón, eran sordos de sentimientos, caminaban por la selva como seres abandonados, desorientados, sin norte ni destino. Y fue apareciendo entre ellos el signo de la fatalidad.

  • No son estos aún, – dijeron los dioses, ya un poco cansados y un tanto desanimados. Pero persistieron en su obra sin mostrar su desánimo. – Deben ser seres inteligentes, de carne y hueso. Prueba de nuevo – indicaron al dios de las tormentas y de las tempestades –, pero ahora hazlo con paso apurado porque estos seres deben vivir ya cuando aparezca el nuevo sol.

En los campos aquellos habían florecido unas plantas que tenían en sus copetes unas flores amarillas. El dios de las tormentas y de las tempestades tomó agua de los ríos y de los lagos y la puso dentro de aquellas plantas, con lo cual fueron creciendo en ellas muchos y muchos granos dulces y tibios. Tomó tantos y tantos granos como incontables en número, y fue moldeando con ellos las carnes y los huesos de un nuevo ser, les confirió movimiento, pensamiento, habla y sentimiento, cosa que les hizo adquirir conciencia y tener espíritu. Y así conocieron lo que había bajo el cielo, y también tras este, les llamaron dioses y les adoraron. Primero fueron cuatro, pero luego se hicieron incontables.

Habían transcurrido otras cinco eras, con sus soles, sus noches y sus días. Fue larga la labor, difícil y agotadora. Pero los dioses aquellos fueron constantes, como aquel Mucio Escévola de otros campos, y la perseverancia supo premiarlos al dejar que consumaran su obra de buena manera.

  • Es cierto, príncipe, que esta virtud que ahora debo entregarte es difícil de encontrar, pues a muchos les cuesta concretarla y prefieren la pereza, que es un vicio muy peligroso. Gracias a la constancia, como ya has visto, fuimos creados tú y yo, aunque tú habitas en la tierra y yo sólo puedo hablar desde las lejanas estepas del firmamento. Mis ondas provienen de una época lejana, que otros sabios como tú dicen que se encuentra a quince mil millones de tu tiempo. Pero soy real, tan real que ya te he entregado lo que debía entregarte, con lo cual deja que descanse un poco, que cansado sí suelo estar frecuentemente.

Desapareció la voz aquella, repentinamente. La selva se coloreó con todos los colores del espectro electromagnético, el viento agitó las ramas de los árboles con furor inusitado, y el príncipe, con su caravana y su carga de calabazas, desapareció como por milagro.


EL CAMINO DE LA LIBERTAD

El príncipe, después de este largo camino, ya por terminar, se veía ahora más feliz. Su talante era el talante de lo virtuoso, de lo pausado, de la calma y del conocimiento. ¡Tanto había aprendido durante su largo recorrido, que ahora las veleidades y las suntuosidades de aquel reino donde había nacido y del cual era dueño, apenas se percibían, desdibujadas ante tanta sabiduría, ante tanta prudencia, ante tanta sencillez! Ahora se había forjado un carácter admirable y digno. Leal a su cometido, lo iba cumpliendo con la mayor constancia, con una templanza digna de admirar. Había comprendido que ese viaje, que había emprendido después de escuchar aquel cuento que su preceptor le contara le había impuesto el deseo de conocer aquel rincón de los ocho caminos, cuyo único requisito era que fueran estos recorridos, sin saltos ni sobresaltos y superando todos los obstáculos, hasta llegar a las doce puertas, tras lo cual se escondía aquello que deseaba conocer. Así estaba escrito en el libro del destino. Ahora, pues, ya casi despojado de todo matiz de soberbia y orgullo, era otra persona, aunque siempre joven y bello. Los miembros de su caravana, extrañados y a la vez admirados, notaban el cambio y se sentían satisfechos con ello, aunque no conocían el final de tan grande aventura.

  • Esta virtud que ahora conocerás, – le decía aquella voz que parecía venir desde lo más remoto del mundo -, aunque pocos sabios la consideran una virtud y los más un simple anhelo, un deseo, una necesidad, a la vez es, sin embargo, una de las más importantes, pues que sin ella no hay posible felicidad para ningún ser humano. Es una aspiración, ciertamente, pero una vez alcanzada se convierte en una virtud, consagrada en el más grande de los olimpos de la felicidad y el bienestar. Todos la buscan, todos la anhelan, y cuando no la tienen, sufren y se lamentan de tal condición. Déjamela hacértela conocer   mediante el cuento de algo que sucedió en un reino del mundo humano y animal, pero que bien se acopla al reino de los hombres. Sólo tienes que cerrar los ojos, esconder un poco el rostro y seguir atento al relato. Igual cosa deberán hacer todos los miembros de tu caravana. No te preocupes, que tan grande carga de calabazas permanecerá protegida por muchas hadas.

Así lo hizo el príncipe, y de igual manera sus acompañantes. Apareció entonces, flotando en el aire, un viejo monje, que tenía un aura de sabio, viejo y sabio monje, sentado a la entrada de una inmensa catedral de sal que había tardado muchos y muchos siglos de ser construida, con mucho sufrimiento y dolor. A lo lejos se escuchaban los murmullos de las olas de aquellos mares mediterráneos. Y así dijo:

  • Un día sucedió que un rey, que era un león, estaba tratando el ordenamiento de su corte. Todo ese día, hasta muy entrada la noche, el rey y sus funcionarios trabajaron tanto que se olvidaron de comer y de beber. Tuvieron hambre y sed, y entonces encargó al lobo y a la zorra que buscaran comida, respondiendo estos que ya era tan tarde que sería difícil encontrar la comida que necesitaban. Pero en aquel paraje había un chivito, hijo del buey, y un pollino, hijo del caballo, de los cuales pensaron que podían comer abundantemente. El rey león hizo venir al chivito y al pollino, y se los comieron. Tanto fue el pesar del buey y del caballo por la muerte de sus hijos, que juntos se acercaron al hombre para servirle en vez de servir al rey león, pidiéndole que les vengara del dolor por la muerte de sus hijos. Desde entonces, el buey y el caballo quedaron destinados a servir al hombre, y así, el hombre cabalga el caballo y el buey ara sus campos.

Se puso en pie el hombre aquel, viejo y sabio dio unos pasos por la escalinata, e irguiéndose orgullosamente, continuó:

  • Otro día se encontraron el buey y el caballo, y contaron cada quien su situación. El caballo habló de lo mucho que trabajaba para servir a su señor, quien todo el día lo montaba, lo hacía correr de arriba abajo, y que él deseaba volver al dominio del león, pero siendo que este comía carne, ello le obligaba a mantenerse bajo el yugo del hombre, que por más que lo explotaba, no comía, sin embargo, carne de caballo. Terminó así de hablar el caballo, con lo que el buey hizo entonces su discurso. Dijo el buey al caballo que siempre estaba en gran tensión, que todo el día araba, y que de la tierra que él araba no le daba su señor para comer, con lo que se alimentaba de las hierbas remanentes que dejaban las cabras y las ovejas.

Continuó así el monje:

  • Así se encontraban el buey y el caballo contándose mutuamente sus tribulaciones bajo el dominio del hombre. Mientras eso hacían, se acercó, enviados por su señor, un carnicero, para examinar al buey y ver si estaba gordo, El buey le dijo al caballo que su señor lo deseaba vender para que otros hombres se lo comieran, a lo que el caballo respondió diciendo que mal paga el hombre a quien bien le sirve. Largamente lloraron el buey y el caballo, aconsejando entonces este a aquel que se fugaran y que tornaran a su tierra, pues más valía estar en peligro de muerte y en tensión, pero siendo libres, que seguir viviendo bajo la opresión. Y así lo hicieron. A partir de aquel momento, el caballo y el buey prefieren el campo salvaje y agreste, pero libre, al dominio y la esclavitud de la comodidad.

Como siguiera un largo silencio, abrió los ojos el príncipe, y con él toda su comitiva, y volviendo sus rostros hacia el atrio inmenso con su gran escalinata, pudieron ver que el monje aquel, viejo y sabio, había desaparecido, junto a la inmensa catedral de sal, y ya no se escuchó más el rumoroso sonido del vaivén de las olas del mar de las tierras medias.

  • Así, pues, como puedes ver, la libertad es un bien tan preciado, que más vale vivir huyendo y en peligro constante, pero ser libres, que no tranquilos y seguros pero esclavos, y que mejor sabe el sabor amargo de la acelga cuando se come en paz y tranquilidad, que el mejor de los manjares bajo el yugo y la montura.

EL CAMINO DE LA ARMONÍA

Así pasó todo en este largo camino en la búsqueda del rincón de los ocho caminos, con sus doce puertas viendo hacia los cuatro puntos cardinales. Había sido un esfuerzo agotador, pero al final, satisfactorio. Estaban, al fin, en el comienzo del último de los caminos, y la ansiedad reinaba en todos los corazones de la comitiva, de aquel afortunado príncipe y de sus acompañantes, que, al fin de cuentas, se habían imbuido ellos también del periplo en el que ahora se encontraban.

La comitiva se vio transportada al centro de una gran plaza, de una enorme plaza, toda blanca y fulgurante, en medio de un día esplendoroso. La plaza aquella, abierta por tres de sus lados, guardaba sigilosa y atenta a una enorme pagoda, de dimensiones inimaginables, con sus picos y sus alas extendidas por todos lados, luciendo sus colores y sus brillos. El lugar era impresionante, y externaba una quietud y una paz interior que nunca aquellos visitantes habían experimentado antes.

Al final de una larga escalinata que daba acceso al monumental edificio, un rubicundo hombre, con una larga barba cayendo sobre su garganta, sentado semejando un Ser eterno, miró a los visitantes con ojos tiernos y sedosos, mesó su larga barba, y habló, con un dejo de bondad y sapiencia propia de aquellos hombres de tan lejanas civilizaciones, en las cuales se dice fueron incubadas las primeras culturas. Habló así:

  • Dulces son las mieses cuando se llega al final del camino, luego de un recorrido que hubiera desanimado al más osado. Por ello, os recibo complacido, y estoy listo para daros la más grande de las virtudes, la madre de todas las virtudes, la que guarda y da vida a todas las demás, y la que al final proporciona la paz del alma y el regocijo del espíritu. Y lo hago, príncipe, porque sé que estáis listo para recibirla y precisa que la lleves dentro de ti con el mayor de los respetos. En esta virtud que os estoy dando desde ya, se guardan todas las otras que habéis recibido en perfecta armonía, porque precisamente eso es, es la armonía.

En la plaza aquella parecían vibrar todos los misterios y todas las historias del mundo. Seres extraños e ignotos flotaban en el aire en deliciosa cadencia, despertando rumores musicales. El príncipe era ya una recia persona, listo para transformarse en otro ser más elevado. Sus acompañantes mostraban abiertamente la mayor de las satisfacciones posibles al verlo transformado ahora en un rey. La comitiva escuchaba a aquel sabio legendario que en lo alto de la cúspide del templo aquel hablaba de tal manera.

  • El cuerpo tiene sus atributos y actúa a su manera; el alma también los tiene, y también guarda su forma de actuar. A veces, los deseos del uno confrontan con los mandatos de la otra, y entonces surgen las contradicciones. Cuando eso sucede, los seres sufren, debilitan sus saberes, se ensoberbecen en sus acciones, se muestran imprudentes, y muchas veces se traicionan a sí mismos presas de lo concupiscente, de lo temporal y de lo perentorio. Allí es donde debe entrar la armonía, para poner a tono las notas musicales del organismo y hacer que de tal forma muestren su belleza. En la armonía, cada virtud guarda su patio, cada virtud tiene su momento, cada virtud actúa cuando corresponde. Cuando habla la sabiduría, lo hace acompañándose de la prudencia, de la sencillez, de la templanza, de la lealtad, de la cordura, y lo hace libremente y con constancia, de tal forma que la melodía es una, es música y no estridencia.

Resonaron en la plaza notas de campanas, haciendo vibrar el aire con suaves ondulaciones. El viejo aquel, que parecía asceta, sonreía deliciosamente, moviendo su barba sobre la suave panza, con los pies entrecruzados y en cuclillas. Era magnífico su aspecto, y tan suave su presencia que parecía eterno.

  • Ya, pues, príncipe, que has llegado hasta esta plaza desde muy lejanos reinos, quedas listo. Eres poseedor de todas las virtudes necesarias para que te transformes y te hagas inmortal. Debes, sin embargo, recordar que esta virtud que ahora adquieres, la armonía, suma a todas las otras. Si la tienes, las tienes todas, y si la pierdes, las pierdes todas. Debes entonces rechazar los impulsos del cuerpo cuando no los dicta la ley del alma, y sólo entonces, todo tu ser sabrá vibrar al unísono, en una sola nota, aunque las cuerdas sean muchas y muchos los instrumentos.

El viejo calló. Se hizo el silencio en la enorme plaza. El templo majestuoso cerró sus ventanas, y un enorme remolino, llegando de todos los lados posibles, invadió el regio aposento, nublándolo todo.

De ese remolino hablaremos pronto, joven príncipe.


LAS DOCE PUERTAS

Aquel inmenso remolino envolvió por completo a la caravana, y viajando casi a la velocidad de la luz, en cosa del tiempo de Planck la transportó hasta un enorme agujero negro situado en la galaxia M87, a más de cuatrocientos millones de megaparsec. Llegando a su horizonte de sucesos, fue tragada irremediablemente y transportada desde el cono de luz de su pasado hasta el cono de luz de su futuro. Ya en este, se encontraron mágicamente en otro universo, un enorme universo de gusano de dimensiones infinitas, y en el cual se habían superado todas las singularidades que en el momento habían sido encontradas, con lo que el tiempo y el espacio no existían, y las masas eran infinitamente minúsculas.

El universo este estaba flanqueado por las doce puertas. Era ahora, sí, el preciado y anhelado rincón de los ocho caminos. Allí les esperaban, y a medida que fueron depositados en tan fantástico lugar, fueron encontrándose con aquellos con quienes precisamente habían viajado, cada uno en su propio camino. Salomón era el rey sabio, y Aristóteles el filósofo de la prudencia; Diógenes la sencillez, y el extraño Epicuro el exponente de la templanza; Ulises, el de los mil trucos, el ejemplo de la lealtad; Tepeu y Gutumatz y su maíz revelado, la constancia; el monje filósofo del mar, Ramón Llull, era la libertad, y finalmente, Kun-Fu-Tzé, el gran maestro de la armonía. Los ocho dueños de las virtudes se sintieron inmensamente agradados, se preciaron del resultado de su labor, y abrazaron fraternalmente el ingreso de tan regia caravana al rincón, abriéndose simultáneamente las doce puertas, ante lo cual, traspasado el ámbito de lo mundano, y ya adentro del mundo de la fantasía, el príncipe y la comitiva fueron convertidos en elementales y vivieron eternamente.

En el rincón de los ocho caminos, la tierra, el aire, el agua y el fuego tomaron forma corporal un día, antes de la infinitud y de la eternidad, y antes también de la extensión y de la duración, de gnogmos, de ninfas, de sílfides y de salamandras. Sus formadores etéreos, Neptuno y Lunara, Elios y Vestales, Thor y Aries, y Pelleur y Virgo, decidieron hacer corpóreas sus formas divinas, y así lo hicieron, materializando su historia, para lo cual fueron derramando ondinas y nereidas, salamandras y salamandrinas, sílfides y silcos, gnomos y gnominas. Estos se dedicaron a jugar desenfrenadamente, inicialmente asombrados y asustados por la belleza y los placeres que les ofrecía la naturaleza; y lo hicieron sin control, sin recato, sin prever el futuro, hasta que fueron acercándose en los juegos, y sintieron los hálitos de los unos y de los otros, y se agradaron, y se palparon, y entonces se mezclaron materialmente, confundiéndose así entre ellos sin que fuera posible ya distinguirlos. Desaparecieron los ojos en los unos, las orejas en los otros, y las colas, las garras….. Y todos fueron uno y entonces igual se mezclaron los elementos, la tierra, el aire, el agua y el fuego, y de allí surgió ese pueblo inextenso, eterno y por lo tanto infinito, en el que ahora se encuentra el príncipe y sus servidores.

Sé que te interrogan por la carga de calabazas y sus carretas. Pues bien, joven enjundioso, cuando los habitantes de tan fantástico mundo vieron las enormes carretas cargadas con tan dulces frutos, no ocultaron su alegría, pues lo único que faltaba en ese mundo eran precisamente ellas. Tomándolas raudas y precisas, las regaron por todos los ámbitos y los rincones para que se reprodujeran y nunca más volvieran a faltar, pues vendrían otras búsquedas. Sin embargo, a algunas les estaba destinada otra misión: Una fuerza interior las tomó por sus lianas, y emitiendo un soplido fenomenal, formó un enorme coche alado, cuya larga cola era precisamente aquel enorme entramado de frutos, y cada fruto, un carruaje. Se dirigió al cielo, formando una fila fenomenal, que alcanzaba al centro del rincón por un lado y al centro del universo por el otro, y en un instante-luz, los ocho genios de las virtudes se fueron trasladando cada quién en su carruaje, y cada quien a su respectiva estrella.

El genio bueno que había fraguado todo esto, y que vivía tanto en el aire como en el fuego, tanto en la tierra como en el agua, se sentó, terminada la obra, descansó largamente, y se dispuso a la espera del próximo príncipe.

¡Y así fue!

El NIño Guayo y la Mula Vieja

El Debate



Encontrábame, yo, viejo amante de los enclíticos, debidamente preparado y francamente entusiasmado, dispuesto a ver el último debate de las elecciones a la presidencia del #Barça.  Ron, coca cola, hielo y unas gotas de limón por un lado; unas tapitas variadas por el otro.   

De repente, como si una catástrofe bíblica hubiese caído sobre mi persona natural, física y jurídica, veo este #Tweet y la mención a los “analistas”.  En consecuencia, mientras los siempre bien ponderados y muchas veces olvidados #Paramédicos me llevaban a #Urgencias, quedé absorto en un debate interno, metafísico y ontológico, sobre si quería, o no, escuchar la previa y el post-debate, a sabiendas del infundio que, inexorablemente, sucedería.

Después de altas dosis de #Bilirrubina me dieron el alta médica.  Tranquilo, Bobby, tranquilo, me dije a mi mismo.  Igual, quizás, tal vez, a lo mejor, la trepanación no sea tan grave, por lo que con cierta precaución y reserva, púseme a ver #LaPrevia.  Madre mía…..  Mientras esperaba el regreso de la ambulancia, mi cerebro fue víctima del vergonzoso apego, devoción y adulación al ex_caudillo del Barça.  Cerré los ojos y escuché a #NikitaKruschov cambiando el destinatario de su discurso del 56, de #Stalin a #Laporta.

Quizás soy masoquista.  No hacía falta tanto tormento que pude haber evitado simplemente con apagar el dispositivo tecnológico.  Conociendo de antemano a @JVehils, miembro honorífico del #CadaquésClub e íntimo amigo de #Laporta, o al #MasterOfTheUniverse y presidente de la Penya #LasViudadDePep, es decir, @RBesaC, y como colofón, en un claro ejemplo del insulto a la inteligencia, a la nueva estrella del séquito #Laportista, @Marta_Ramon, el resultado no podía ser otro que el de la oda, la alabanza y la apología a la #Nostalgia.

El debate lo vi en #CanRuti.  Sometido a una #CamisaDeFuerza, más #Bilirrubina y la introducción intravenosa de benzodiacepinas, pude observar, por un lado, el estrepitoso y mayúsculo fracaso de @victor_font. Simple y contradictoriamente, no está preparado para batallas de pesos pesados.  También pude ver la típica chulería y altanería de @JoanLaportaFCB el #PedroNavaja de los candidatos; la nula proposición, la nada como negación del concepto de ser, como nos recordarían los filósofos griegos; el #Yoyismo (yo, yo, y más yo) como respuesta transversal a cualquier pregunta, pero siempre en un pretérito añejo y rancio.  Y, finalmente, a @tonifreixa en su línea habitual, conocedor sin competencia de todo lo que rodea al #Club, diafanidad de mensaje, propuestas concretas, y respondiendo con firmeza y superioridad a los burdos intentos de #Laporta de entrar en el mano-a-mano, al #RumbleInTheJungle donde #Laporta, como #Foreman, no pudo con el baile de pies y la velocidad de los ganchos de #Freixa.  Mihi pro minimo est, ut a vobis iudicer, se me da muy poco el ser juzgado por vosotros, podría haber dicho, como #SanPablo, Toni Freixa.

Y poca cosa más.  Porque #Debate, etimológica y epistemológicamente hablando, no hubo.  Quiero decir, no puede haber un debate sin confrontación de propuestas.  Es que, por muchos documentos de 358.021 folios que saque un candidato y el silencio absoluto, la nulidad de contenido de parte de otro, el resultado final es un exquisito monólogo dirigido a los que votamos.

Habiendo obtenido el alta médica, y aún bajo efectos alucinógenos, los siempre bien ponderados y tal que mencionaba anteriormente, es decir, los amables #Paramédicos, tuvieron el descaro de hundir en la herida y poner en la radio el #PostAnálisis de los flamantes tertulianos citados anteriormente.

Permítanme citar a #LewisCarroll: “- Pero es que a mí no me gusta tratar a gente loca – Oh, eso no lo puedes evitar. Aquí todos estamos locos. Yo estoy loco. Tú estás loca. – ¿Cómo sabes que yo estoy loca? – Tienes que estarlo, o no habrías venido aquí.”

La #Oda a #Laporta de la previa se convirtió en #LaTraviata con sus tres personajes: Ramón Besa como #Tenor; Joan Vehils como #Barítono; y Marta Ramon como #TenorBuffo.  Después de numerosos intentos (fallidos, porque si hubiesen sido efectivos no estaría yo aquí escribiendo estas líneas, ¡banda de tarados!) de suicidio ante tal bochornoso insulto a la inteligencia #Aristoteliana, es decir, la parte racional del alma humana, a los cinco minutos la ambulancia giraba en “u” y heme aquí, nueva y reiteradamente, en #CanRuti escribiendo este tweet tan absurdo como relevante en este día de #Dizque reflexión.

Poca cosa hay para reflexionar.  A estas alturas, la opción lógica, racional, está claramente definida, con el perdón de la @CCMA_cat y sus #TertulianosMercaderes; de @JuntsXCat y demás poderes fácticos, y de nuestros queridísimos #Influencers de #TwitterBarça.

Los #Socios decidirán el rumbo del Barça para los próximos años. Espero que no voten con con #PowerPoints ni con falsa #Nostalgia, sino con el conocimiento y la responsabilidad que la situación amerita.

¿Las últimas elecciones?

Por #VonMarius

Síguelo en http://@vonmarius1899


El pasado 7 de marzo de 2020 acudí al Camp Nou para presenciar el partido FC Barcelona- Real Sociedad (1-0, Messi). Si al salir del estadio me dicen que no podría volver a pisarlo en un año, me habría extrañado. Si además me hubieran sugerido que quizás era la última vez que veía jugar a Leo en directo con nuestra camiseta, ya me habría asustado. Y si encima me explican todo lo que iba a pasarnos en una semana con la pandemia, confinamiento incluido, habría entrado en pánico directamente. Si me dicen lo del burofax, tiene que venir el 112 a auxiliarme. Menudo añito…

El próximo domingo 7 de marzo volveré al Camp Nou, esta vez para elegir nuevo Presidente. No es poca cosa. Y como yo, espero que votemos presencialmente y restricciones aparte, la mayoría de los 87.479 socios que no han votado por correo (22.811), de un censo electoral de 110.290 socios. No, no es ir a ver un partido, pero me gusta. Lo disfruto; me gusta votar presencialmente. Me gusta participar en mi club. Me gusta acudir al #Templo y sentir esa sensación de que (aún) puedo decidir, no sólo pagar y consumir Barça como si fuera un producto más, sensación que cada vez se va generalizando más. Me gusta no sentirme un cliente. Me gusta disfrutar de ese privilegio que tenemos unos pocos barcelonistas en un Barça ya peligrosamente globalizado y despersonalizado.

Siempre he votado en las elecciones del Barça desde la primera vez que pude hacerlo. Curiosamente antes que en unas elecciones políticas, lo cual me hizo especial ilusión. Y también voté en las dos mociones de censura (1998 y 2008), así como en el Referéndum del Espai Barça (2014). Creo que ser socio del Barça es un honor y un privilegio, pero también una responsabilidad. E ir a votar es parte de esa responsabilidad, no sólo pagar la cuota, comprar #merchandising oficial (mercachifles no, gracias) y acudir a los partidos, (cosa “demodé”, parece). O sea, participar plenamente. Ah, no confundamos ser “participativos” con virtualizar el papel del socio, como algunos quieren. Despersonalizar según qué procesos no los convierte en “más democráticos”. Y sí, hablo del voto electrónico que algún día inevitablemente llegará. Pero aun así, ese día votaré presencialmente. Porqué me gusta vivir ese momento. O simplemente, por llevar la contraria al sistema.

En teoría los socios elegiremos Presidente para los próximos seis años. En la práctica, ya lo podéis descartar. Ni en el mejor de los sueños eso sucederá, y a los hechos me remito. Desde que los mandatos son de seis años (2010), ninguno se ha llegado a completar. Se tuvieron que adelantar unas elecciones a julio de 2015 por presiones externas y mediáticas, y estas de ahora estaban previstas para el mes de junio. Ha habido dimisiones, extrañas denuncias a la Audiencia Nacional con sindicatos ultraderechistas de la mano, mociones de censura con firmas no presentadas, mociones de censura que no han llegado a buen puerto y una que sí prosperó, (2020) pero que no se llegó a votar dadas las circunstancias, lo que constituye una mancha democrática en la historia del club (que no culpa del club, ojo). Incluso tuvimos a un expresidente en prisión más de dos años y siendo inocente de unos delitos que no había cometido, cosa que algunos celebraron y aún celebran. Da que pensar. Mucho. En una entidad con un entorno histérico y maquiavélico que no duda en que cuanto peor para el Barça, mejor para ellos, lo más lógico sería convocar elecciones cada temporada. Los estatutos aún no lo permiten. Por lo tanto, volver a los cuatro años de mandato de antaño sería lo más sensato. Y un descanso mental para todos.

En las últimas elecciones me posicioné e hice campaña por una asociación de socios del Barça. Para mí, una asociación que velara por los derechos del socio era algo importantísimo. Ingenuo de mí, me equivoqué, y es una de las cosas de las que más me arrepiento como barcelonista. Creo que el papel de cualquier asociación así no se ha de limitar a apoyar (o no) mociones de censura y posicionarse (o no) en las campañas electorales.  Seis años dan para hacer muchas cosas, por los socios y por el club. Desde fórums, debates y actos hasta controlar lo que haga el club mal (oposición constructiva) y los medios que fiscalizan al club, (importante eso) sean locales o externos. Que lo que se hable del Barça sea veraz, y dicho con respeto. Que en estas elecciones de 2021 ninguna asociación o plataforma de socios, totalmente independiente y libre no se haya presentado, da que pensar. Es una mala noticia, y demuestra que han aceptado un papel secundario, quizás fagocitadas a conveniencia por candidaturas. Vaya usted a saber…

De momento estas elecciones nos han demostrado algo: que cualquier personajillo con ansias de notoriedad puede tener su minuto de gloria a costa del club, desgraciadamente.  Y hablo de precandidatos que han destruido firmas (grabado está) o que presuntamente #mercadearon con ellas, o que incluso las duplicaron. ¿Lo peor? Que los medios les dan voz y altavoz, antes y (lo que es peor) durante el proceso electoral. Estoy en contra del sistema de avales para presentarse a Presidente del FC Barcelona, no lo veo justo, pero que cualquier payaso ávido de protagonismo pueda presentarse para dirigir el Barça y se le tome en serio, también. Que se acaben ya las charlotadas, por favor. Por el bien de todos y por seriedad democrática.

También “serán” (entrecomillo irónicamente) las elecciones de las redes sociales, de los Youtubers, de los tuitstars, de los bloggers y de los bots, y de todo ese elenco de personajes que cada día dicen ser “más del Barça que nadie” (porque hay intereses por medio, #clickbaits, camisetas falsas y mucho ego a repartir) y que curiosamente han hecho del menosprecio al socio en las redes el deporte de moda de un tiempo a esta parte. Es curioso todo lo que mueve el Barça, y cuánta gente se aprovecha de él. Daría para un libro eso. Y desgraciadamente la globalización del club es esto, gente ajena al club aprovechándose de él.  Afortunadamente, de ahí no pasan, y a la que se apaga el PC o el móvil se desvanecen. “Hablar del Barça” no es “querer al Barça”. O querer “lo mejor”. Yo respeto a cualquiera que diga ser del Barça, sea mediático o no, pero exijo el respeto recíproco. Y eso ya no sucede.

Los tres candidatos a ocupar el sillón más incómodo del planeta son Joan Laporta, Víctor Font i Toni Freixa. Alguno sale con una sustancial ventaja política y mediática en esta carrera, lo que ya nos debería poner sobre aviso sobre la imparcialidad del proceso, pero esto va así, no seamos ingenuos. Por mi parte, votaré a Freixa. Creo que por proyecto, por discurso, por barcelonismo (demostrado) y sobre todo por la experiencia acumulada, merece la oportunidad de serlo. Y alguien que estuvo con Laporta, con Rosell y con Bartomeu, y vio sus aciertos, pero sobre todo SUS ERRORES, (algunos gravísimos) no volverá a cometerlos. De los escarmentados nacen los avisados. Y eso me da cierta tranquilidad. Y alguien que desvinculado del club y de quien lo manejaba no se dedicó a hacer leña del árbol caído en los peores momentos es un plus añadido. Ha sido “Fidel al Barça”, como su eslogan electoral reza.

¿Qué pasará este domingo? ¿Quién ganará? Pues no lo sé. Por mi parte espero y deseo que Toni Freixa gane. Pero si eso no pasa, yo seguiré tan feliz y tan culé como siempre. Me pasó otras veces, y la democracia es eso, aunque luego haya gente que no acepte los resultados. Ni patalearé, ni dejaré de ser socio, ni de acudir al estadio, ni de viajar con el equipo cuando pueda y cuando esta maldita pandemia acabe, claro. Ni mucho menos desearé las derrotas del Barça, o que le vaya mal al club, como algunos hacían estos últimos años, maquiavélicamente. Ah, tampoco desearé escándalos personales ni mediáticos, esos que parece que tanto gustan a la prensa y a las redes dependiendo de quien los protagoniza. Repito: siempre desearé que el Barça gane y que le vaya bien. No soy de un presidente, un entrenador o un jugador. Soy del Barça. Incondicionalmente.

También espero que participe la gente masivamente, (en la medida de lo posible), porque quien sabe si son las últimas elecciones en las que podremos votar. Desconocemos el futuro. Desconocemos si podemos acabar siendo una SAD más, o caer en manos de inversores ajenos a la filosofía del club. No descarto nada nunca. Ojalá sigamos con el modelo social de club que tenemos. Ojalá poder volver a votar en unos años más, señal de que el Barça goza de buena salud. Espero que, como he titulado interrogativamente el artículo, no sean “las últimas elecciones”. Todas han sido importantes, pero estas, diría que muchísimo más.    Y como dijo Johan Cruyff antes de la final de Wembley en 1992  “si juegas una final de la Copa de Europa y no disfrutas, eres burro”, frase de la que acabó saliendo el famoso y tergiversado “Salid y disfrutad”, pues eso: que si el domingo hay unas elecciones del Barça y como socio, no las disfrutas, eres burro. Así que votad y disfrutad. En el fondo, siempre ganará el Barça. O sea, nosotros.

Un virus recorre el FC Barcelona: el periodismo especulativo

Existe en el periodismo deportivo un virus aún más contagioso que el propio coronavirus. Una epidemia que se extiende por las redacciones de todos los periódicos, radios, televisiones y redes sociales que se encargan de la actualidad del fútbol y especialmente del Fútbol Club Barcelona: el virus del periodismo especulativo.

Un virus que no solo ha contagiado a las principales voces y plumas de la prensa deportiva, sino que se está consolidando fuerte también en el entorno blaugrana. Este periodismo especulativo no es otro que aquel que basa sus verdades en sencillos y absolutos rumores. Y ya no solo rumores de primera mano, que a lo mejor llegan de fuentes fiables a quienes se les puede dar el beneficio de la duda. Si no, sobre todo, especulaciones sin ningún tipo de fundamento, destinadas únicamente a tratar de crear un frágil suelo de cristal bajo los pies del Barça.

Un tipo de periodismo que se olvida de una de las claves de las máximas del código deontológico de cualquier buen reportero: no todo lo que no es mentira es una verdad. Un tipo de periodismo que responde a este sistema informativo contaminado, en el que vale más un clic que una información veraz y confiable. Basta con ver, por ejemplo, ciertas cuentas de Twitter con miles de seguidores -sin duda patrocinadas por manos obscuras- metiendo, día sí, día también, basura contra el Barça bajo un supuesto ánimo de procurar lo mejor para el Club y con una liturgia ampliamente repetida: Cruyffismo, ADN, Estilo, Pep y un largo etcétera. 

Día tras día nos llegan los mismos tipos de mensajes a través de las redes sociales, de los titulares, de las tertulias deportivas. Mensajes precedidos siempre por los altisonantes “ÚLTIMA HORA” o “EXCLUSIVA”, términos que se han vaciado tanto de su contenido que realmente, hoy en día, ya no significan nada. Miremos sino el ejemplo de lo que está pasando ahora mismo con el caso de Ousmane Dembélé, a quien medios como Mundo Deportivo o el Sport ya sitúan fuera del Barcelona, ya que, aseguran, el Manchester United estaría ultimando su fichaje.

Es cierto que el francés ha sufrido altibajos en los años que lleva en el club y que todo apunta, como pudimos ver en el último encuentro del Barça ante el Celta, que Ronald Koeman apostará antes por piezas como Pedri y Trincão antes que por Dembélé. Pero de ahí a afirmar que el club inglés lo tendría ya hecho y sacarlo cada día en portada o bombardear por redes sociales con el tema hay un trecho. El club blaugrana de hecho ha salido a desmentirlo, pero… ¡¿qué más da?! Es igual si Dembéle no se marcha nunca, es igual si Memphis Depay se queda en Lyon, es irrelevante si Messi se va al City de Guardiola o a Newell’s. Da igual porque ninguno de esos periodistas que suelta con tanta tranquilidad esas “exclusivas” tendrá que rendir cuenta luego de los errores que cometió o, más bien, de las mentiras que propagó, seguramente con un claro objetivo.

Decía hace poco el periodista tarraconense Frederic Porta en el podcast “Mi Fútbol”, que hay dos maneras de estar en el barcelonismo: sirviendo al Barça o sirviéndote del Barça. La mayoría de periodistas e influencers entrarían en este último cajón, en el de aquellas personas que se sirven del club para sus intereses personales, ganando visibilidad y followers a base de enfangar el entorno blaugrana en discusiones absurdas sobre noticias que no tienen ningún fundamento en la realidad, que no llegan a ningún lado porque no parten de ningún lugar. Palabras escritas sobre el vacío, que buscan distraer al culer creando, sin pudor alguno, supuestos problemas de esta institución que lleva el nombre de la ciudad que lleva el nombre de nuestro club, como diría Núñez en una de sus frases célebres. Estos personajes, con la ayuda de miles de trolls que replican sus vergüenzas, van generando zombis en lugar de aficionados. Ya no razonan, no piensan, no disciernen… Simplemente validan los mensajes de sus amos como si fueran las tablas del bíblico Moisés.

Y lo curioso es que este tipo de periodistas no se encuentran solo en uno de los “bandos filosóficos” enfrentados en el barcelonismo (nuñismo contra cruyffismolaportismo vs bartomeurosellismo… como se les quiera llamar). Tanto los Gerard Romero o David Bernabeu, como los Carles Fité y Joan Maria Pou, (por no hablar de los Edu Aguirre y toda la banda del Chiringuito), así como las famosas cuentas de Twitter que todos conocemos, esos entrenadores tuiteros que hacen absurdos análisis y recomendaciones como si jugar al fútbol en un terreno de juego fuese igual que jugar en una Play Station, caen en este juego interesado del periodismo especulativo. Los conocemos todos: @Agente_FCB, @elsenyoramon, @eldeu, @botdecensura, @INIE8TAZO, @DuchMarc, @Messiatico @IniestismxFCB y muchos otros gurús apocalípticos.

Su objetivo es claro: generar polémicas donde no las hay, hacer creer al aficionado que el vestuario está enfrentado,  hacer sangre con Messi, Coutinho o Griezmann,  soterrar a entrenadores como Ernesto Valverde cuando tenía al equipo en la cima de la liga y ridiculizar luego a un Quique Setién que no tenía la culpa de haber sido escogido para liderar a un equipo sin ganas, desmembrado, desmotivado y perjudicado por un VAR que cada día nos deja más perplejos, en medio de una pandemia mundial.

Pero esta polémica y este ambiente nocivo generado por las pseudocrónicas y pseudoexclusivas de este grupo de periodistas e influencers tóxicos no solo afecta al club, a los jugadores y a los aficionados; también, al mismo tiempo, los mantiene en la palestra, les da visibilidad, consigue que la gente hable de sus mentiras y falsedades, para que el soci y el culer de calle no pueda pararse a pensar en los temas que deberían preocuparnos: los candidatos para las próximas elecciones y sus proyectos, la Misión y Visión del Club para el próximo decenio, el posicionamiento del Club ante situaciones como el VAR y los organismos rectores del fútbol como la UEFA, etc.

Estos temas se pierden en el torrente de exclusivas y rumores que se nos avalanchan día a día en Twitter, Facebook y los titulares de los medios. Y es un mal que no solo lo producen los periodistas de profesión, sino también los “tertulianos”, esa figura aún más nociva para la buena información, creada por la mayor precarización del periodismo en la historia. Una figura creada solo para no tener que pagar a analistas de verdad y seguir alimentando las barrigas de aquellos que desde hace años que se vienen lucrando del club. Miremos sino las desafortunadas y rastreras críticas del exagente Josep María Minguella a la familia de la nueva joya del equipo, Ansu Fati. ¿Qué necesidad hay de explicar esas intimidades? ¿Por qué alguien diría semejantes barbaridades, al mismo tiempo que el chaval está siendo una de las grandes alegrías ahora mismo en el entorno blaugrana? Ese afán por enmierdar el ambiente solo responde al deseo de estos personajes de ser los protagonistas del show, de que se hable de ellos. Como diría el siempre elocuente Mariano Rajoy: “Cuanto peor, mejor para todos y cuanto peor para todos mejor, mejor para mí el suyo beneficio político».

¿Cómo afecta todo este show mediático al club, a los aficionados y a la familia blaugrana del mundo entero? Todo este periodismo especulativo y sus derivadas tertulianas han convertido al FC Barcelona en el único club del mundo al que hasta el último detalle es criticado, incluso cuando se gana. Si Koeman -azotado desde el primer día por uno de los más mediáticos candidatos- decide incluir en el once inicial a un jugador, mal; si decide introducir a otro jugador, mal; si se gana por 5-0 pero no se obtiene un 99% de posesión, mal.  Y así todo.  El arte de criticar por criticar, para ganarse likes y seguidores… No dudemos que una de las razones que evidentemente empujaron a Messi a querer irse del Barça fue también este ambiente tóxico y nocivo que ha creado la prensa deportiva alrededor del club (el mismo que también rodea la selección argentina)… no es casualidad que la decisión de quedarse en el club la haya comunicado a un medio como Goal y no a las “grandes cabeceras” del barcelonismo, como Mundo Deportivo o Sport. Algo habrá ahí detrás, algún mensaje estará enviando el capitán al periodismo deportivo catalán… aunque decirlo así, suena un poco a periodismo especulativo, precisamente.

La increíble y triste historia del Barça y sus abuelas desalmadas

Este artículo toma prestado su título del libro del gran Gabriel García Márquez: “La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y su abuela desalmada”. La historia, en resumen, cuenta la suerte de la pobre Eréndira, que no sólo es esclavizada por su desalmada abuela, sino que también la obliga a prostituirse.

Tras la supuestamente exitosa moción de censura (20.687 firmas), las tres abuelas desalmadas, Víctor Font, Lluis Fernandez Alá y Jordi Farré, han logrado convertir el realismo mágico de García Márquez en un realismo, legítimo, pero sin sentido: forzar un referéndum a un presidente y una junta que tiene fecha de caducidad, liberándolos, además, de no ser responsables del cierre del presente ejercicio. ¡Brillante!

La pobre Eréndida (es decir, el Barça) sigue siendo esclavizada, no sólo por el #Entorn, sino también por las tres abuelas, (es decir, los precandidatos) que en una estrategia orquestada han logrado sus propósitos: desestabilizar -aún más- al Club, utilizar la moción para sus fines electorales, obtener una base de datos de socios y, por último, hacer los que han hecho siempre: prostituir al Barça.

Esa estrategia filibustera, básica, demagoga e irracional, ha venido acompañada por una horda en las redes sociales absolutamente necesaria para cumplir sus objetivos. Hemos visto, con perplejidad, la bajeza moral que los define: ejemplos de intentos de compra de votos, insultos, burlas a los socios de la tercera edad… Las hienas al servicio de las abuelas desalmadas no han perdido un solo instante en desatar una especie de guerra psicológica apocalíptica. Su escasa capacidad mental les impide discernir que no votar a favor de la moción no equivale, ni mucho menos, a defender la figura del presidente Bartomeu. Menos mal que la realidad, mágica o lógica, dista mucho de lo que artificialmente se percibe en las redes sociales.

Volvamos a la moción y a su supuesto éxito. El Barça tiene aproximadamente 153.458 Socios. La cifra anterior, a efectos de la moción, es irrelevante. Los Estatutos del club (ese documento que el Sr. Víctor Font denominó “tecnicismo” en un programa televisivo), en su artículo 55.2 define el porcentaje de socios que reúnen las condiciones necesarias para ser electores, remitiendo, a la vez, al artículo 41 que detalla las condiciones necesarias para ser elector. El mismo artículo 55.2 aclara que el censo electoral se cerrará el día de la presentación de la moción. El último dato que el Síndic dels Socis aportó, con fecha 22 de Julio del 2020, ascendió a 109.790 socios y socias con derecho a ser electores. En otras palabras, si la participación fuera del 100%, se requerirían 73.194 votos a favor para la destitución del presidente Bartomeu.

La moción alcanzó un total de 20.687 firmas. Vamos a asumir que el 100% de las firmas son válidas y cumplen los requisitos establecidos en el artículo 41 de los Estatutos. Una aritmética simple nos arroja que el total de firmas representa un 18,8% del censo. Pero para “castigar” un poco el análisis, vamos a asumir el efecto pandemia, Camp Nou cerrado al público, etc. Multipliquemos el número de firmas por un factor de 2: tendríamos 41.374 votos válidos, lejos del 66% requerido. Castiguemos aún más el análisis, multiplicando las firmas por un factor de 3, es decir, que en el referéndum de la moción llegasen a votar el triple de las firmas recogidas: 62.061. Siguen sin llegar a las dos terceras partes de los votos requeridos.

Ahora bien, el análisis anterior presume una participación del 100% de los socios, algo muy poco probable. En las elecciones del 2015 la participación fue del 43,12%. Creo que parecería realista pensar que, dada la moción y la nefasta gestión del presidente Bartomeu, la participación podría ser igual o superior a un 50%. Aún así, se requerirían poco menos del doble de votos que firmas recogidas. El éxito o fracaso del referéndum estará directamente ligado al nivel de participación de los Socios. Para lograr su objetivo, la cabeza de Bartomeu colgada en la Plaça Catalunya, el robespierrerismo del entorno y sus abuelas desalmadas van a necesitar algo más que un elefante: ¡Requerirán un Tiranosaurio Rex!

Yo no veo el gran éxito de la moción. Sin duda alguna ha sido uno de los peores años de la historia reciente del Barça. Todo inicia con la increíble destitución de Valverde yendo primeros en la clasificación, la contratación del gran Setien para volver al #Cruyffismo, al #Estil y al #ADN que concluyó con la pérdida de la Liga y el bochornoso fracaso en la Champions; y el “burro-fax” de Messi. Pero eso no bastó: las abuelas tenían un escenario perfecto para destrozar a la pobre Eréndida. ¡Ah¡¿Y cómo olvidar el timing del comunicado de Quique Setien, pocas horas después de la presentación de las firmas? Casualidades de la vida.

“Moción transversal”, la llamaban. Pues no mucho… Agustí Benedito no se unió al grupo. No tanto por no compartir sus ideales, como porque blindaría a Bartomeu de una posible Acción de Responsabilidad sobre las cuentas.

Joan Laporta, mucho más avispado y audaz que las abuelas, firmó la moción pero se cuidó mucho de no salir en esa “photo-op” tan deseada por Víctor Font, Lluis Fernandez Alá y Jordi Farré. Para Laporta es un win-win: firmó la moción, pero no fue colíder. No se unió al tridente de abuelas desalmadas, quizás previendo su inexorable fracaso. Solo Toni Freixa ha mostrado sensatez y cordura, anunciando que no hará oposición ni campaña hasta que corresponda según el calendario electoral.

Como he expresado antes, existe, sin embargo, un gran logro en la moción: la desestabilización del Club. Koeman y Saras deben estar alucinando con lo que está pasando, sobretodo cuando una de las principales abuelas desalmadas expresó que, en caso de ganar las elecciones, no contaría con el entrenador de la sección de fútbol. Supongo que pensará lo mismo de Saras, debe estar buscando al Xavi del básquet.

No se habla de las secciones, ni de la ilusión que provoca tanto el equipo de fútbol como el de baloncesto, por no hablar del recién triunfo del de balonmano. Ninguna referencia a los partidos amistosos, ni a la final de la Supercopa de Basket, ni a la celebración del cumpleaños de nuestro eterno Tito, ni tan siquiera a los 20 años de Messi con el Barça.

¿Saben por qué? Es bastante sencillo: porque no les concierne. Sus egos e intereses personales están siempre por encima de los intereses del Club. El Barça, como la pobre Eréndida, es la Luperca que amamanta al terrible #Entorn. Sí, el mismo que Johan Cruyff tanto detestaba.

El Barça del 2-8

Disclaimer:

No voté por Bartomeu

Nunca me gustó Valverde

No pretendo hacer un análisis académico

LO MACRO

En el Barça en particular y en La Liga en general, los clubs son presidencialistas.  Esto hace que sean desmesuradamente activos justamente donde menos deben serlo: la gestión deportiva.  Por lo tanto, prevalece en ellos el deseo de conformar una Junta Directiva con gente “de confianza” y no con gente que sobresalga en sus respectivos ámbitos.  Es un error.  

Desde un punto de vista de la teoría del “management” y de la gobernanza, no es sólo saludable sino casi obligatorio la existencia de puntos de vista diferentes al del presidente de turno, incluso como mecanismo interno de control.  No se debe confundir a lealtad con la sumisión.

Tenemos muchos ejemplos, pero creo que basta con mencionar dos:  Gaspart con la huida de Figo y Bartomeu con la marcha de Neymar.  El costo de los fichajes, el inmenso pasivo laboral y masa salarial, han generado una bola de nieve que se va haciendo más grande y que es insostenible. La herencia financiera que Bartomeu deja a su sucesor  -y el enorme problema de reconducir la situación mediante negociaciones con los jugadores-  es canallesca.  El presidencialismo…

Un presidente del Barça (o un candidato) debe definir la Misión, Visión y Valores que desea para el Club y concretar las grandes líneas estratégicas para hacerlas operativas.  Es decir, su política de Club.

Y es aquí donde Bartomeu ha fallado.  No tengo duda alguna que, al igual que todos los presidentes que ha tenido el Club, sus intenciones eran buenas.  Pero esta tradición crónica del “presidencialismo” lo ha condenado, inexorablemente, al fracaso, más allá de los trofeos y campeonatos puntuales que el Club haya obtenido.

Los vampiros del entorno claman y lloran en el muro de los lamentos para que dimita y/o adelante elecciones.  Yo creo que es un error.  El Club y los eventuales candidatos necesitan tiempo para afinar sus propuestas y no volver a caer en los errores de siempre.  Además, el nuevo presidente se encontraría con una serie de dificultades que no serían de su responsabilidad.  El responsable es Bartomeu y debe finalizar su mandato corrigiendo sus errores.  

La primera medida de corrección debe ser el cambio inmediato de entrenador.  Ahora bien, ¿a quién traemos?  Con el panorama actual, ¿quién es el valiente que se atrevería, ahora mismo, a coger las riendas del equipo?  ¿quién vendría y se sentiría legitimado sabiendo que próximamente habrá elecciones?

Si yo fuera Bartomeu, explicaría muy claramente que éste será un año de transición.  Con dibujitos, si hace falta. Así de claro y así de honesto.  Y mi apuesta de entrenador sería alguien de la casa.  El candidato ideal sería García Pimienta, pero creo le haríamos un flaco favor en su carrera deportiva si tras las elecciones le echaran. 

LO MESO

Es aquí donde se hacen operativas las grandes líneas estratégicas que se traducen, básicamente, en la estructura organizativa y el modelo de gestión del Club.  Así como el Barça ejerce un liderazgo mundial en sectores como el de marketing o tecnología, y grandes éxitos en las diferentes secciones del Club (único en el mundo), el evidente desastre con relación al equipo de Fútbol ha sido la gestión deportiva.  Cuando has tenido 5 Directores Deportivos con perfiles tan dispares como Zubizarreta, Robert, Segura, Abidal y entiendo que también Kluivert, decisiones, todas ellas, del presidente, es innegable que algo no está bien.  

He mencionado al inicio que ni voté por Bartomeu y que nunca me gustó Valverde. Sin embargo, no los he crucificado como muchos #pseudoculers y #neoculers (la inmensa mayoría no son socios) mientras los campeonatos estaban activos. Cuanto tu equipo, tu Club juega, es obligación moral apoyarlos. Por supuesto que se puede opinar, plantear opciones constructivas, faltaría más, pero nunca desde una pluma periodística tóxica o un teclado venenoso que solo busca generar lo que curiosamente el gurú Cruyff tanto detestaba: el (auto) destructivo entorno.

No puedo escribir suficientemente la importancia que, en mi opinión, tiene el Director Deportivo.  El fútbol ha cambiado tanto en estos últimos años que resulta bochornoso (más que el 8-2) que no nos hayamos dado cuenta.  Bueno, que no se hayan dado cuenta los responsables del Club.  La velocidad, la movilidad, la intensidad, la presión del contrario, el ritmo de juego, la importancia de los laterales y los interiores, por señalar algunos aspectos, ridiculizan a los nostálgicos del tiki-taka (maravilloso, sí, pero irrepetible).

El Director Deportivo, debe ser capaz de visualizar y/o diseñar a corto, mediano y largo plazo las inevitables nuevas tendencias de esquemas y planteamientos tácticos y recomendar entrenadores y jugadores capaces de llevar a cabo ese “nuevo” fútbol.  Pretender hacer lo mismo que ha fracasado y esperar resultados positivos es francamente estúpido.  La defensa talibana al “ADN”, el tener la bendita posesión (¡en tu campo!), el inamovible 4-3-3 y similares no tiene cabida en el futuro inmediato.  Como bien lo definió mi estimado @Joanmiro10 hemos sido esclavos  -por el nefasto entorno que además ha sido asumido por Bartomeu y algunos de los actuales precandidatos-  de un sistema previsible, aburrido, anticuado, repetitivo… ¿Pero que no veis que el fútbol va en otra dirección?

En un proceso normal, prevalecería la elección del Director Deportivo sobre la elección del Entrenador.  Lamentablemente no estamos en una situación normal.  Por eso, para mi, la fórmula ganadora y la que tendrá mi voto, no será aquella que prometa a X o Y jugador, sino quien me dijera a quién traería como Director Deportivo.  Y luego que me explicara cómo la visión del Director Deportivo se traduce en la elección del Entrenador.   Mi apuesta preferida, para cualquiera de los dos cargos, es #Koeman.

LO MICRO

El problema, deportivamente hablando, de la plantilla del Barça.  El 8-2 del Bayern cristalizó todas nuestras debilidades, pero su origen viene desde antes.  Probablemente cuando el gran #LuisEnrique renunció: media de edad alta; poca ambición tras haberlo ganado todo; estado físico deplorable; falta de ritmo como decía el gran #VanGaal, de velocidad….

Muchos jugadores deben marchar.  Sí, pero por la puerta grande, histórico defecto del Club.  Me resulta oportunista publicar nombres, sobretodo cuando no estás en el día a día, en los entrenamientos… Pero no creo equivocarme al decir que, si los socios hiciéramos un referéndum, habría bastante consenso.

Bajo la premisa anteriormente citada que la nueva temporada debe ser de transición, y que la situación económica del Club debe estar para un menú de 10 Euros, esta es la oportunidad de hacer una mezcla de jugadores “viejos” con jugadores “jóvenes”.  ¿Quién es el reemplazo de Semedo?  ¿Wagué?  Pues venga, a darle minutos.  ¿Quién es el reemplazo de Alba?  ¿Miranda?  Pues lo mismo.  Sigo sin entender ni deportiva ni económicamente el caso de Cucurella, pero admito que no soy objetivo. De Jong debe jugar, de inicio, por Busquets.  Necesitamos equilibrio en el medio del campo, y creo que no debe ser Vidal. Pjanic por supuesto. Y tenemos a Riqui, Trincao, Pedri, Collado, y otros cedidos, algunos de ellos que pueden/deben ser “reconducidos”…

En la delantera tenemos que confiar en Ansu y Dembélé en ambas bandas.  Y Messi.  Bendito problema.  Queramos o no, se tiene que hablar con él.  Quizás este sea el único motivo para adelantar elecciones, porque se necesita un interlocutor válido y efectivo.  Messi debería seguir en el Barça.  Otra cosa es el cómo y bajo qué esquema.  FIN.

Carta que me manda Josep M. Bartomeu

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PARLAMENT DEL PRESIDENT
BALANÇ TEMPORADA 13-14

Benvolguts socis,

La temporada 2013/14 ha estat plena de contrastos. Una temporada marcada per una sèrie d’esdeveniments negatius, molts d’aquests no esportius, i alguns dels quals mai podrem oblidar. Una sèrie de fets que, per la seva coincidència en el temps, han complicat la gestió de la Junta Directiva que tinc l’honor de presidir.

En pocs mesos, s’han acumulat fets i situacions que han posat a prova la nostra institució: la marxa del president Sandro Rosell, els casos judicials de Messi i Neymar, la sanció de la FIFA, cautelarment posposada, la cruel lesió de Víctor Valdés i l’adéu del capità Carles Puyol, entre d’altres. I per acabar, la pitjor de totes les notícies, la mort de Tito Vilanova, una pèrdua irreparable que va unir tots els barcelonistes.

Si el FC Barcelona ha estat capaç de superar tots aquests cúmuls de situacions negatives en pocs mesos, estem convençuts que ha estat possible gràcies a la maduresa de la institució i a l’extraordinària força de la seva massa social. Sens dubte, el Barça és avui molt més fort que abans.

Els resultats esportius de la temporada han estat molt brillants a les seccions, que han sumat 14 títols; la millor xifra de títols dels últims anys. El darrer, la Lliga ACB guanyada davant del Reial Madrid amb el suport del Palau. I també cal destacar el Barça B, el Juvenil i el futbol formatiu, que ha signat la millor temporada de la història. Però la temporada està marcada perquè el primer equip de futbol no va obtenir els resultats desitjats malgrat lluitar-los fins al final.

La Junta Directiva és conscient que ni els èxits esportius ni la salut econòmica són suficients per fer del Barça una institució modèlica. Per això, necessitem una massa social satisfeta, forta, orgullosa de ser del Barça i del que representa, però sobretot, que sent que el Club és dels socis, i que aquests se senten a prop, senten que se’ls escolta, que se’ls fa partícips de les grans decisions que afecten el nostre futur i que poden prendre part activament en la vida de la institució.

El Club gaudeix d’una extraordinària salut social, amb 153.458 socis, 1.267 penyes i 130 milions de seguidors a les xarxes socials. Una gran prova d’aquesta força social va ser l’aprovació massiva en referèndum del Nou Espai Barça. El ’Nou Espai Barça’ es convertirà en la base del barcelonisme per als propers 50 anys, a més de fer créixer el nostre patrimoni.

La culminació de l’actualització del cens de socis i la reforma dels nostres Estatuts han aportat modernitat i reforcen la nostra singularitat com a club.

Estem sanejant el Club, reduint el deute, hem consolidat per tercer exercici consecutiu els beneficis i hem aconseguit uns ingressos rècord gràcies al fet que la marca Barça té un potencial extraordinari.

Volem mirar endavant i afrontem amb il·lusió el que volem aconseguir en els dos propers anys. Tenim un full de ruta perfectament definit.

En primer lloc, millorarem la competitivitat de totes les seccions, començant pel primer equip de futbol. Volem optar a guanyar un altre cop totes les competicions en què participem. Portar Luis Enrique és una demostració del que esperem de l’equip aquest any: mantenir l’estil Barça i reforçar la nostra capacitat competitiva i de lluita. I ho farem sense alguns dels jugadors emblemàtics, que per diferents raons ens han deixat aquest any. És llei de vida.

Se’n van uns i vénen uns altres. Portarem jugadors que s’adaptin a la nostra filosofia i que ens aportin coses noves. Ja en coneixeu alguns, i no puc dir els que vindran per raons estratègiques de mercat, però de ben segur que il·lusionaran els barcelonistes. I comptem amb Messi, Neymar i Iniesta, els millors jugadors del món, que encapçalen una columna vertebral de jugadors única i molt sòlida.

En segon lloc, seguirem reforçant la nostra vocació social, oferint més i millors serveis als nostres socis. Seguirem consolidant l’accessibilitat com un dels pilars del Club, entenent l’accessibilitat com l’obertura del Club a tothom, independentment de les seves capacitats o condicions. Per això dotarem de més recursos la nostra Oficina d’Atenció Especialitzada, com a entitat vertebradora i impulsora de l’accessibilitat a l’Entitat. També volem completar el projecte ‘Penyes Segle XXI’, iniciat l’any 2010, i que té com a objectiu seguir elevant la marca penya.

En tercer lloc, iniciarem el compliment del Projecte ‘Nou Espai Barça’, àmpliament acceptat pels socis, amb tots els mitjans necessaris.

En quart lloc, continuarem amb l’estratègia econòmica portada en els darrers anys i que ens ha situat en una posició financera i patrimonial sòlida. Per a l’obtenció de nous recursos seguirem potenciant globalment les àrees de màrqueting i comercial.

En cinquè lloc, davant dels nous reptes, estem reforçant la nostra capacitat executiva per fer encara més eficient la gestió professional del Club.

En sisè lloc, intensificarem la nostra presència en els organismes federatius, nacionals i internacionals, per defensar de manera més efectiva els drets i la imatge del nostre Club.

En setè lloc, seguirem desenvolupant les accions globals de la nostra Fundació. Una entitat que transmet valors a través de l’esport. De les seves accions avui ja es beneficien 400.000 nens i nenes, en 46 països, en 4 continents diferents.

Aquests són els eixos que ens serviran per marcar el camí que hem de seguir. Fa pocs dies, en una reunió amb el Senat del Barça, els socis més antics del Club, vaig dir que el nostre no seria un lideratge cridaner. El nostre és i serà un lideratge ferm i assenyat.

Vull transformar el Barça. Vull fer-lo més efectiu. I per això vull millorar les àrees esportives, directives i executives.

Socis del FC Barcelona, deixem enrere una etapa sabent el que cal millorar i disposats a encarar el futur amb fermesa i seny, posant les eines necessàries per millorar la gestió de l’Entitat i afrontar els reptes esportius, econòmics, socials i patrimonials que han de garantir que el Barça continuï sent el millor club del món.

Visca el Barça!

Barcelona, 2 de juliol del 2014

Mourinho: El Mito del Entrenador Paranoico y Narcisista

Los Hechos

La Liga de Foot Ball profesional de España la juegan 20 equipos entre septiembre y mayo con 39 partidos en un esquema de todos contra todos. Los cuatro primeros equipos son calificados para jugar la “Champions” entre los campeones del continente europeo. Los equipos ubicados en los últimos cuatro lugares suelen descender a la segunda división, siendo sus puestos ocupados por los primeros cuatro equipos de dicha división.

La Liga “2010-2011” está por terminar quedando pendientes por jugar solamente 4 partidos. A la fecha, El FC Barcelona lidera la clasificación con 8 puntos de ventaja sobre el segundo clasificado (Real Madrid), y 25 puntos de ventaja sobre el tercero (Valencia). Si como todo parece la liga la gana el Barça, será la tercera liga consecutiva ganada por Guardiola en el Barça demostrando la clara hegemonía en el foot ball español.

El Barça es entrenado por Josep Guardiola – – joven entrenador catalán y ex jugador del Barça – – que en su corta historia como entrenador – – tres años – -, ha ganado una “Champion” y va en búsqueda de su segunda siempre con su Barça. El Barça tiene entre sus filas al mejor jugador del mundo – -el argentino Leonel Messi – – formado en la cantera del Barça, la famosa “Masía”. De los veinte jugadores convocados para el último partido de Champion, catorce eran producto de la escuela catalana (la Masía).

El Real Madrid es entrenado por José Mourinho – – entrenador portugués que sus doce años como entrenador ha ganado dos “Champions”, una con el Oporto y otra con el Inter de Milán.  El Madrid tiene en sus filas al jugador mejor pagado del mundo del foot ball (el portugués Cristiano Ronaldo).  De los veinte jugadores convocados para el último partido de Champion, solamente dos eran producto de su propia formación.

La “Champions” (competición organizada por la máxima autoridad de foot ball de Europa: la UEFA) ya tiene finalistas para este año: El FC Barcelona y el Manchester United que jugarán la final a partido único en Londres en el estadio de Wembley el 28 de mayo próximo.

Para llegar a dicha final, el Barça eliminó al Real Madrid en dos partidos con un resultado global de 3 a 1, y, el Manchester hizo lo mismo con el Shalke 04 alemán con un resultado global de 6 a 1.

Los partidos Barça-Madrid  estuvieron envueltos en un entorno de máxima rivalidad, con fuertes polémicas extradeportivas, sobresaliendo negativamente el entrenador del Real Madrid, José Mourinho, que reiteró que él era motivo de una conspiración entre la UEFA, ARBITROS, UNICEF y el BARÇA.  Criticó duramente a dichas instituciones y  nunca – – en las ruedas de prensa – – habló de los partidos, ni del foot ball que practicaron, ni de su equipo, sino que siempre habló de ÉL y de la conspiración de los diversos estamentos del foot ball en su contra.  Los dos partidos Barça-Madrid fueron arbitrados por árbitros alemanes y belgas.

El Madrid cometió 31 faltas (cifra que es un record negativo en la UEFA) siendo que de dichas faltas, 11 fueron contra Messi.

La UEFA abrió expediente disciplinario a Mourinho por sus declaraciones y faltas al juego limpio (fair play).  De esta forma, Mourinho ostentaría el record negativo de haber sido sancionado por el Comité Disciplinario de la UEFA en dos ocasiones esta temporada.

La  Paranoia

En la clasificación internacional de enfermedades (Organización Mundial de la Salud), la paranoia está incluida en su apartado de psiquiatría, dentro de los “Trastornos de Ideas Delirantes”. La paranoia se caracteriza por la presencia de delirios de distinta índole (grandeza, perjuicio, enfermedad, etc). Las creencias delirantes se mantienen firmes y no es posible rebatirlas con argumentaciones lógicas o razonadas. El paranoico presenta delirios bien estructurados a través de los cuales se siente víctima de las acciones de una o varias personas y/o de instituciones que actúan en su contra con ánimo de perjudicarlo presentando argumentos comprensibles pero no ajustados a la realidad, con los cuales pretende justificar su delirio.

El paranoico presenta sensaciones angustiantes como la de estar siendo perseguido por fuerzas incontrolables (manía persecutoria), o ser el elegido para una alta misión como la de salvar el mundo (delirio de grandeza).

El psiquiatra español Enrique González Duro en su libro “Paranoia” afirma que los factores desencadenantes de esta enfermedad se encuentran muy activos en individuos que poseen un acusado narcisismo y que se han visto expuestos a fuertes frustaciones.  El pensamiento paranoide es rígido e incorregible. N o tiene en cuenta las razones contrarias y solo recoge datos o signos que le confirman el prejuicio para convertirlo en convicción.

El  Etnocentrismo

El etnocentrismo cultural se basa en la creencia de que nuestras propias pautas de conducta son siempre naturales, mejores, buenas, hermosas o importantes. Se aprecia cuando miembros de una sociedad sobre valoran sus conductas y su cultura creyéndola superior a la de los demás. Es un patrón cultural que hace feliz a quien lo experimenta por que lo hace sentirse superior. El etnocentrismo existe en todos los individuos, pero dentro de un equilibrio marcado por otros patrones culturales como el relativismo y la dinámica cultural.

El  Narcisismo

El Narcisismo es una alusión al mito de Narciso que representa el amor a la imagen de sí mismo. Puede manifestarse en una forma patológica extrema expresada como un desorden de la personalidad en el que el paciente sobreestima sus habilidades y tiene una necesidad excesiva de admiración y afirmación a sí mismo.  En su uso coloquial presenta un enamoramiento de sí mismo o vanidad basada en su ego. En psicología se considera que el narcisismo patológico coincide con autoestima baja o errónea.

Las personas narcisistas poseen una autoestima muy vulnerable siendo muy sensibles a la crítica, que pueden llegar a obsesionarles y hacer que se sientan fuerte e injustamente atacados. Sus relaciones sociales se van  deteriorando como consecuencia de su pretenciosidad y necesidad constante de admiración.

El mito de Narciso es relatado por Ovidio en su libro metamorfosis. Comienza en la gestación de Narciso que es fruto de la violencia sexual. Narciso era hijo del “dios río” Céfiso que raptó y violó a la néyade  Liriope engendrando un joven de gran belleza. Su madre al nacer Narciso, acudió al adivino Tiresias para que le dijera si su hijo viviría muchos años.  La respuesta fue: vivirá muchos años si no se ve a sí mismo. Las néyades eran ninfas de las aguas dulces.

Narciso andaba por los bosques y llegó a una laguna de aguas claras que jamás habían sido enturbiadas ni por el cieno ni por los hocicos del ganado. Narciso se acercó para beber. Lo primero que vio fue su propia imagen reflejada en las limpias aguas y creyó que aquel hermoso rostro que contemplaba era el de un ser real ajeno a sí mismo. Narciso se enamoró de él mismo y ya no le importó nada más que su imagen. Tanto se contemplaba que poco a poco fue tomando los colores de los árboles transformándose en una flor que al borde de las aguas seguía contemplándose en el espejo del lago.

Mourinho tiene personalidad paranoica?

Creemos que SI.

Posee ideas persecutorias.

Es intolerable a la crítica con marcada desconfianza a otros.

Repite temas subrayando palabras consideradas claves.

Se mantiene firme en su postura justificando sus errores.

Presenta memoria selectiva: menciona solo aspectos que considera que le favorecen.

Posee humor sarcástico y ofensivo a sus opositores.

Mourinho tiene personalidad etnocéntrica?

 

Creemos que SI.

Suele hablar solo positivamente de ÉL.

Centra su discurso en sus hazañas.

Se considera superior a los otros.

Es la típica persona tipo “Yo  Yo”  que quiere ser el niño en el bautizo, el novio en la boda y el muerto en el entierro.

Mourinho tiene personalidad narcisista?

Creemos que SI.

Sobre valora sus habilidades.

Siente una profunda admiración por ÉL mismo.

Es enormemente vanidoso.

No acepta la crítica en su contra.


PAREN AL BARÇA. Por lo Civil o por lo Criminal.

 

El Entorno del fútbol de España

 

Hace algunos meses, el Director de un periódico deportivo de Madrid denominado “Marca” – – de amplio tiraje en las regiones de Castilla, y otras regiones aledañas – -, expresó por escrito  y en video público que “había que parar al Barça y específicamente a Messi, ya sea por lo civil o por lo criminal”.

 

La vía “criminal” ya se ha realizado con mayor o menor éxito: hace aproximadamente dos meses el defensa del Atlético de Madrid Ujfalusi “cazó” a Messi lesionándolo por dos semanas, aunque no impidió la victoria del Barça.

 

En el partido Barça-Real Madrid del 29 de noviembre recién pasado, el defensa del Real Madrid Sergio Ramos “cazó” a Messi, manteniéndolo cuatro días sin entrenar con una fuerte contusión, aun que tampoco impidiera la victoria del Barça ( 5 a 0 ).

 

La “vía civil” se realiza continua y colateralmente en cada jornada de la liga de fútbol. Esta vía se realiza por los distintos estamentos que gobiernan este deporte en España. De hecho, las oficinas del gobierno futbolístico tienen como sede la ciudad de Madrid, y entre sus representantes siempre ha habido y hay, ex jugadores del Real Madrid como actualmente Del Bosque y el jugador mas sucio en la historia del fútbol español, Fernando Hierro (hasta ahora ningún ex jugador del Barça forma parte de estos estamentos).

 

Dentro de estos estamentos están la Federación Española de Fútbol, La Liga Profesional de Fútbol y el Colegio de Árbitros de España. En cada jornada se critica cualquier decisión del Barça y se emiten fuertes orientaciones destinadas a sancionar más al Barça que al Real Madrid.

 

Las Vacaciones tipo “Puente”

 

En España existe una legal costumbre muy arraigada de utilizar días de vacaciones personales para unir con días feriados nacionales, construyendo “puentes de vacaciones” variables según el calendario de cada año.

Este año el feriado del “Día de la Constitución” corresponde al lunes 6 de diciembre, y el feriado del “Día de la Purísima” corresponde al miércoles 8 de diciembre. Con este contexto, la mayoría de familias españolas programaron unas vacaciones poniendo el día martes 7 como vacación personal y construyendo un “puente” desde el viernes 3 por la tarde hasta el jueves 9 de diciembre (cinco días), para lo cual se van tomando las previsiones a partir de enero de cada año.

En este año se estima que un aproximado de 200.000 familias programaron sus vacaciones a partir del viernes 3 por la noche. El viernes 3 (día de salida), era climatológicamente muy frío, con fuertes heladas y nevadas principalmente en las dos Castillas, Navarra (Pamplona), País Vasco, Galicia, etc. Los medios más usuales de transporte son el avión, el ferrocarril y la carretera. Los destinos preferidos son a países europeos y regiones españolas (en esta época se inicia la temporada de turismo de nieve). Se ha calculado que 600.000 pasajeros estaban queriendo viajar en esta fecha para poder disminuir los efectos colaterales negativos de la tormenta imperfecta e injusta que está cayendo a los hogares españoles con la crisis financiera.

El viernes 3 de diciembre a las 5 pm decenas de controladores del espacio aéreo piden la “baja médica” de manera simultánea y coordinada (aeropuertos de Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca). A las 6 pm la empresa que gestiona los aeropuertos (AENA) cierra el espacio aéreo español por falta de controladores, ocasionando un caos de navegación aérea con repercusiones en España y otros países, además de un caos en las terminales de ferrocarriles y de buses. Se dijo que era una huelga ilegal y salvaje que algunos catalogaron como un “Golpe de Estado tecnológico”. Las repercusiones económicas de esta huelga encubierta, dañan principalmente al sector turismo. Se habrían cancelado un estimado de 1.500 vuelos.

 

El Gobierno constituyó un Gabinete de Crisis y emitió un decreto que identifica que el sindicato de controladores aéreos ha secuestrado a la sociedad española con un chantaje inadmisible y autoriza al Ministerio de Defensa a asumir el control del espacio aéreo. Los 2.200 controladores son funcionarios con salarios anuales promedio de 350.000 euros (tres cientos cincuenta mil!!!) siendo los mejor pagados de Europa, ganando más del triple del salario del Presidente del Gobierno (100 mil euros al año). El Gobierno incrementó las rutas por ferrocarril y por bus (con limitantes por las condiciones climatológicas de las autopistas).

 

A pesar del decreto, continuó el cierre del espacio aéreo por lo cual el Gobierno emite a las 9 am del sábado 4 de diciembre el segundo decreto de “Estado de Alarma” con lo cual los controladores pasan a control del Ministerio de Defensa y en consecuencia, son regidos por el Código Militar. Los controladores vuelven paulatinamente a los puestos de trabajo y a las 4 pm del sábado se reabre el espacio aéreo en forma progresiva.

 

 

El Partido de fútbol Barça-Osasuna

 

La Liga Profesional de fútbol programó el partido Barça–Osasuna para el día sábado 4 de diciembre a las a 8 PM. El Club Osasuna es el equipo de la ciudad de Pamplona (Navarra) localizada a 450 kms de la ciudad de Barcelona. El día viernes previo al partido, había nevado en la ciudad incluyendo el campo de fútbol (Reino de Navarra), que determinó un gran esfuerzo del club para mantener en condiciones adecuadas el césped del campo de juego.

 

El FC Barcelona suele viajar el mismo día del partido utilizando la vía aérea para sus destinos, dado la carga de partidos nacionales e internacionales (el martes 7 de diciembre el Barça juega el último partido de la liguilla de Champions contra el campeón de Rusia: Rubin Kazán).

 

 

El viernes por la noche, cuando el Ministerio de Defensa asume el control aéreo, el Sr. Rosell (Presidente del Barça) se comunica con AENA donde le aseguran que el domingo por la mañana se abriría el espacio aéreo y se podría volar. El sábado 4 a las 9 am los jugadores estaban en el Camp Nou para ir al Aeropuerto, siendo informados que el aeropuerto continuaba cerrado. El Sr. Rosell se pone en comunicación con la Federación Española de fútbol donde le expresan que si no se puede volar, el partido será pospuesto para el domingo 5 a las 5 pm. Posteriormente (2 pm) el Barça recibe una comunicación de la Federación Española que el partido deberá ser jugado el sábado a las 8 pm (contradiciendo su anterior comunicación y a seis horas del partido).

 

Con escasas seis horas disponibles, el Barça viaja en tren de alta velocidad a Zaragoza y de allí en bus a Pamplona adonde llega a las 7:40 pm. Con el escaso tiempo, no se hace entrenamiento y solo con un breve calentamiento se inicia el partido a las 8.45 pm.  El resultado es conocido: gana el Barca 3 a 0, con números similares a los obtenidos ante el Real Madrid: Barça con 70% de posesión del balón; 15 disparos a puerta por 5 del Osasuna.

 

Es conveniente resaltar que el Barça fue recibido hostilmente por una afición que no solía tener dicho comportamiento. La afición de Pamplona fue intoxicada por los medios de comunicación de la “caverna mediática de la meseta” diciendo que Guardiola solo viajaba en avión y que quería jugar el domingo pese al esfuerzo que el Osasuna había hecho para tener el campo disponible, lo cual consideraban como falta de respeto (el Osasuna es entrenado por un ex jugador del Real Madrid: Camacho).

 

Esta falsa información fue rechazada por Guardiola expresando que se había actuado de acuerdo con la Federación Española y que al Barça no le convenía jugar el domingo dado que el martes siguiente tenía un encuentro de “Champions” con el Rubin Kazán.

 


Reflexión

 

Tengo la impresión que el Barça, mejor equipo del mundo con el mejor jugador del mundo, le será este año muy difícil ganar la liga a pesar de ser líder y del excelente juego que desarrolla.

Los intereses económicos, institucionales y mediáticos están a favor de la órbita del Real Madrid y se hará todo lo posible por aplicar tanto la vía civil como la criminal para parar al Barça.

 

El presupuesto del Real Madrid es de 442 millones de euros y el del Barça de 380 millones. Según Juande Ramos (entrenador del Real Madrid en 2008), el Madrid invirtió 500 millones en fichajes para vencer al Barça (objetivo que no ha podido conseguir). Su presidente, famoso empresario de la construcción, no puede permitirse otro fracaso deportivo. La Comunidad de Madrid, dirigida por el Partido Popular, apoya institucionalmente al club.

En los aspectos institucionales, además de centrarse en desestabilizar al Barça, se lanzan acusaciones de todo índole contra Guardiola, por su catalanismo, y a quien, desde la Federación Española no le “perdonarán” el apoyo que dio a la candidatura de Qatar (donde Guardiola jugó sus últimos años de jugador) para organizar el Campeonato Mundial de 2022. En efecto esta misma semana, la FIFA concedió la organización del campeonato mundial de fútbol 2018 a Rusia (derrotando a España) y para 2022 a Qatar.

En lo mediático, los periódicos deportivos de Madrid si el equipo gana, venden más productos (diarios, libros, videos). En caso contrario, pierden. Igual con los derechos televisivos y otros sub productos. Los medios de comunicación que giran en la órbita del Madrid son más numerosos y con más recursos que los que pertenecen a la órbita del Barça.

 

 

Por todo lo anterior, creo que van a ir a parar al Barça por lo “civil o por lo criminal”.